Paraísos termales en Suiza: los balnearios con las mejores vistas de Europa

Con vistas al emblemático murallón que traza el sistema montañoso más largo de Europa, estos alojamientos son paraísos termales en los que beneficiarse de las aguas curativas que emanan del fondo de la tierra

Hotel 7132

Arquitectura excepcional y gastronomía exquisita conforman el complemento perfecto al balneario de este hotel, que bebe del manantial termal del pueblo de Vals, en los Alpes de Graubünden. Destacan sus baños de piedra diseñados por Peter Zumthor

/ Jeremy Mason McGraw ELITE INT PHOTO

Cuentan que ya los romanos, precursores en la concepción de los baños como medio recreativo, terapéutico y medicinal, conocían las bondades de las fuentes calientes de Leukerbad, el adormilado pueblo de Suiza que está considerado el balneario más grande de los Alpes. Aquí, en un pliegue del cantón del Valais, al suroeste del país, descubrieron que la montaña Torrenthorn era capaz de hacer brotar cada día nada menos que cuatro millones de litros de agua a una temperatura de 51 grados.

Miles de años después, esta cumbre, por la que hoy los esquiadores se deslizan con vistas al Mont Blanc, sigue ocultando en su interior este tesoro termal, como también lo hacen otros muchos montes del país de los relojes. Suiza no solo es el destino perfecto para los amantes del deporte blanco, sino también para los aficionados al wellness. A lo largo de este pequeño territorio del corazón de Europa se suceden diversas fuentes de vida que por su riqueza en componentes minerales (calcio, sodio, estroncio, hierro, flúor…) han demostrado brindar propiedades beneficiosas para el sistema inmunitario, el metabolismo, los problemas dermatológicos y la producción de endorfinas. Un privilegio del que se han hecho eco algunos hoteles de tradición alpina, convertidos en auténticos paraísos termales.

Nada como rematar una jornada de esquí o un exigente día de senderismo en estos Wellness & Spa Hotels donde la oferta de descanso da una vuelta de tuerca: grutas naturales que se abren en la roca, saunas de vapor mineralizado, piscinas exteriores e interiores que recogen las aguas curativas y tratamientos de belleza y antiedad con lujosas marcas suizas. Todo ello con vistas a la emblemática cordillera que es la imagen blanca del invierno: un paisaje de colosos de nieve, aderezado de lagos, ríos, bosques y glaciares.

A veces rústicos y acogedores, otras tantas modernos y sofisticados, estos balnearios suizos son la base perfecta para disfrutar de los deportes y la naturaleza en todas las estaciones del año. Y es que la esencia de estos alojamientos, además de unos servicios exquisitos, es su capacidad para recargar energías. Y también para constatar que el poder de las montañas no solo reside en la nieve impoluta, sino que además descansa en sus ardientes entrañas. Aquí te mostramos algunos de los hoteles más reconfortantes.

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