Paisajes como las Bardenas Reales, las Roscas de Fitero o la Selva de Irati son los escenarios de ensueño que cualquier persona con ganas de divertirse pueden recorrer en bici convencional o eléctrica para disfrutar este verano de la naturaleza de Navarra de una manera sostenible de.
La variedad de paisajes de esta comunidad ofrece a los amantes de la bici terrenos adecuados para cada tipo de público: llanos interminables y suelos con desnivel; parajes desérticos y frondosos bosques; una red de Vías Verdes y Caminos Naturales que supera los 120 kilómetros... Gracias a las bicis eléctricas los terrenos más empinados quedan al alcance de todos. Ya no son un impedimento para no lanzarse a la naturaleza de Navarra con todas la comodidades, equipamiento y la seguridad de ir acompañado de un guía.
Estas son las seis rutas en bici que nadie debería perderse
1. Bardenas Reales
Las Bardenas en bicicleta es lo más cercano a sentirse libre. A ello contribuyen las grandes extensiones, barrancos y miradores por los que aventurarse mientras el aire puro y el silencio más absoluto invaden nuestros sentidos.

En Bardenas Bike cuentan con una flota de bicicletas convencionales y eléctricas suficiente como para dar respuesta a las ganas de los visitantes de recorrer por libre el desierto más extenso de Europa. La experiencia puede ser aún más exclusiva si añadimos servicios opcionales como un guía o el picnic.

2. Las Roscas de Fitero y la vega del Alhama
En este agradable paseo en bicicleta el viajero descubre la biodiversidad del entorno de Fitero, que incluye el fascinante macizo de las Roscas, calificado como Patrimonio Geológico de Navarra, y la vega del río Alhama, un vergel de fructíferas huertas. La cultura también tiene su importancia en esta experiencia a pedales, ya que es aquí donde se encuentran las “eleras” mejor conservadas de Navarra y los escenarios naturales que inspiraron las misteriosas leyendas escritas por Bécquer durante sus estancias en el Balneario de Fitero.

Fitebike nació unas semanas antes del confinamiento, pero ya tienen sus bicis eléctricas listas para recibir a todo aquel que quiera descubrir, solo o acompañado de un guía local, el hermoso paisaje que rodea Fitero, la villa que nació al calor del primer monasterio cisterciense de la península.

3. Selva de Irati
El hayedo abetal mundialmente conocido como la Selva del Irati se puede explorar de muchas maneras. Una de las más originales y fáciles es la que ofrece Irati eBike. Su propuesta incluye vivir una aventura en la Selva de Irati disfrutando de vistas panorámicas de las dos vertientes del Pirineo y de joyas del patrimonio histórico de Navarra.

Las rutas de Irati eBike son fáciles, ideales para las personas que no están acostumbradas a andar en bici, incluso para familias que quieran experimentar de abril a noviembre el fantástico mundo de los Pirineos, desde Roncesvalles a Irati. En el camino el visitante habrá pedaleado por el hayedo entre riachuelos y prados pasando por el embalse de Koixta, un entorno al que algunos conocen como la “pequeña Canadá” de Navarra.

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4. Sierra de Urbasa-Andía
Urbasa, Lokiz y Montejurra son los tres escenarios naturales de Urederra eBike. Una de sus rutas más populares, disponible durante todo el año, es la de Urbasa-Andia, apta para todo tipo de público que tenga algo de destreza con la bicicleta.

El recorrido que sigue Urederra eBike conecta Urbasa y Andia llegando hasta el mismo túnel de Lizarraga. Lo más destacado de esta ruta es la imponente belleza de las vistas de todo el valle de Sakana y el monte Beriain desde diferentes miradores incluidos en el itinerario.

Después del esfuerzo, llega la recompensa, que en este caso se traduce en un refrigerio en el Camping Urbasa, visitando una de las txabolas o una quesería donde catar un delicioso queso de la D.O Idiazabal.
5. Vía Verde del Plazaola
Lekunberri es el municipio desde el que opera Amairu Bar & Bike, una pequeña empresa familiar que compagina el alquiler de bicicletas con la gestión de un restaurante conocido por sus pizzas. El destino de las bicis de Amairu no es otro que la Vía Verde del Plazaola, la más verde de todas las antiguas infraestructuras ferroviarias reconvertidas para su uso turístico que hay en Navarra.

El Plazaola era un ferrocarril de vía estrecha y tracción a vapor que empezó siendo un tren minero, transportando hierro de las minas de Plazaola hasta Andoain, en Guipúzcoa. En la actualidad es posible recorrer en bicicleta el tramo que une Latasa y Lekunberri con Andoain, 40 km prácticamente cuesta abajo aptos para el público más familiar.
Los túneles de Uitzi y de Leiza permiten salvar las montañas que marcan el rumbo de las aguas de los ríos Leitzaran y Larraun, uno perteneciente a la cuenca atlántica y el otro a la mediterránea. Para quien no quiera subir de vuelta a Lekunberri en bici, Amairu ofrece un servicio de recogida en Andoain.
6. Vía Verde del Bidasoa
La Vía Verde del Bidasoa y la comarca del Alto Bidasoa, entre Bertizarana y Ezkurra, son dos de los itinerarios más accesibles para ciclistas de todos los niveles que discurren por los valles más bonitos de la Navarra cantábrica.

Northern Travel Spain está especializada en viajes de lujo y a medida. Sus ofertas de cicloturismo incluyen todos los rincones de Navarra, pero es en el norte, en el valle del Baztán-Bidasoa donde más se suele ver al pelotón de NTS.

La experiencia puede incluir un baño en las aguas salinas del Balneario de Elgorriaga y una deliciosa comida en el jardín de Donamariako Benta amenizada a los postres con la actuación estelar de un bertsolari.
