La ruta de senderismo más espectacular de Galicia te lleva por las pozas menos conocidas de la comunidad

Cualquier viajero que haya visitado en mayor o menor medida España, sabe que Galicia sorprende gracias a su impresionante naturaleza. Hoy nos calzamos las botas de montaña, ponemos nuestro equipo a punto y nos trasladamos hasta la provincia de A Coruña para descubrir la ruta de senderismo más espectacular de Galicia, que te lleva por las pozas menos conocidas de la comunidad.

Desde A Coruña tardamos en llegar a este paraíso algo más de una hora y media, mientras que desde Santiago nos llevará apenas 1 hora. Y ya una vez en el concello de Dumbría vamos a descubrir uno de los secretos mejor guardados de la región: las pozas de Carboal, un paraíso natural de aguas cristalinas y paisajes de ensueño que muy pocos han descubierto.

El encanto oculto de las pozas de Carboal

Desde la propia Xunta de Galicia nos descubren esta joya y nos dan indicaciones sobre cómo llegar hasta ellas: ‘Para acercarnos a estas piscinas naturales iremos hasta O Carboal, en el ayuntamiento de Dumbría. Como la ruta no está señalizada, tomaremos como referencia una casa de ladrillo que está al lado de la carretera y junto a una carpintería. Justo del otro lado de la carretera está el inicio de la ruta’.

‘El camino va descendiendo poco a poco y, al llegar a una bifurcación, giramos a la izquierda para continuar por un camino hasta las orillas del río. A medida que avanzamos por el sendero, que no está balizado ni señalizado, vemos las distintas piscinas. En algunos casos habrá que echar mano de la imaginación para encontrar el camino que nos permita seguir descendiendo. El río que forma estas piscinas naturales es el río Buxantes. En unos 800 metros el agua cae 40 metros en una sucesión de cascadas’.

Las pozas de Carboal son, como ya hemos mencionado, una serie de pequeñas piscinas naturales que se encuentran rodeadas por un entorno verde y frondoso. La ruta de senderismo que te llevará hasta ellas te sumergirá en un mundo mágico en el que solo faltaría que algún duendecillo o hadas de los bosques hagan su aparición de un momento a otro.

Lo más llamativo de esta ruta es, sin duda, la ferocidad de la naturaleza, que se despliega ante nosotros proporcionándonos una sensación de comunión con el entorno. El atronador ruido de la corriente al despeñarse es la particular banda sonora que nos acompañará durante gran parte del recorrido.

Esta ruta es un diamante en bruto, poca gente de fuera del concello de Dumbría la conoce y, por tanto, incluso en los meses en los que la presencia de viajeros es mayor, es un verdadero paraíso alejado de multitudes.

Una de las mejores épocas del año para visitar estas pozas es, sin duda, el verano. Tras una intensa caminata y cuando el sol calienta, poder darse un refrescante baño en las aguas de las pozas es un regalo para los sentidos. Bueno, y para la circulación, puesto que el agua discurre a unas temperaturas que están a años luz de las del Mediterráneo por citar solo un ejemplo.

La catarata de Ézaro: una cascada única

También en A Coruña y a menos de 10 kilómetros de las pozas de Carboal encontramos otro punto de interés natural: el único río de Europa que desemboca en una cascada. Hablamos de la catarata de Ézaro.  Para llegar hasta ella hay que pasar por una antigua central hidroeléctrica que actualmente es la sede del Centro de Interpretación de la Electricidad de Ézaro, también conocido como el Museo de la Electricidad.

El edificio que lo alberga es la antigua Central de O Pindo, construida en 1903 para suministrar energía a la fábrica de ferroaleaciones que aún sigue en funcionamiento en Brens, y para ampliar la red eléctrica de la Costa da Morte que ya comenzaba a quedarse obsoleta.

A diferencia de las pozas de Carboal, la cascada del Ézaro está muy bien señalizada y, además, en los meses de verano (o en otras fechas especiales) se ilumina creando una postal única. En definitiva, si tienes pensado hacer alguna ruta senderista por Galicia, tanto las pozas de Carboal como la cascada de Ézaro son enclaves mágicos que conviene visitar como mínimo una vez en la vida.