La ruta de senderismo más bonita de España está en un pueblo de 70 habitantes con un castillo del siglo XI

Este pueblo ha conseguido conservar su esencia e historia y, a la vez, abrazar al presente con una combinación fascinante de arte y naturaleza.

El pueblo que te enamorará a través de su esencia, calles y naturaleza.
El pueblo que te enamorará a través de su esencia, calles y naturaleza. / Wikicommons

En un rincón no tan conocido de la provincia de Lleida, donde los Pirineos comienzan a susurrar al horizonte y se imponen como diciendo “hola, estamos aquí”, se encuentra Montsonís, un pequeño pueblo de apenas 70 habitantes que espera y acoge al viajero como uno más sin esperar nada a cambio. Aquí no te esperes encontrar bullicio, prisas o el estrés propio de la gran ciudad. Solo hay hospitalidad, silencio, belleza natural… y una de las rutas de senderismo más bonitas- y sorprendentes- de toda España. 

Montsonís se alza sobre una colina, abrazado por el río Segre y custodiado por un castillo que lleva como si nada más de mil años en pie. Su encanto no necesita ornamentación, sino que reside en saber valorar la belleza rural de un pueblo que sigue resistiendo y no se rinde a la gentrificación y al ritmo de las metrópolis. Pero lo que realmente lo convierte en un destino extraordinario es su capacidad para mezclar el arte, la naturaleza y la memoria con una elegancia silenciosa y poderosa. 

Un castillo con vistas al tiempo

El Castell de Montsonís, construido en el año 1024 por orden del conde de Urgell, Ermengol II, fue una fortaleza estratégica durante la Reconquista. Su misión era proteger la frontera cristiana frente al dominio musulmán y, de paso, repoblar un territorio tan bello como vulnerable. Hoy, mil años después, sigue vigilando el valle con la misma dignidad pétrea de entonces. ¿Te esperabas encontrar algo así en un pueblo tan pequeño? Ya te dije que Montsonís no necesita muchos adornos, se defiende bien solo. 

Imagen del imponente Castillo de Montsonís.

Imagen del imponente Castillo de Montsonís.

/ Istock / santirf

Este castillo es más que una postal, si no que se puede visitar por dentro. Las visitas guiadas permiten descubrir sus torres, pasadizos, mazmorras e incluso una sala donde se guardan documentos históricos. Uno siente que, al cruzar su puerta, el tiempo retrocede. Y con un poco de imaginación (y el sonido del viento), es fácil oír el eco de armaduras y banquetes.

Una ruta diferente

Pero Montsonís no solo vive del pasado y de lo que fue. Al contrario, lo abraza mientras mira al futuro con una propuesta original y profundamente poética. Y, efectivamente, quizás algunos lo habéis adivinado; hablo de la Ruta Land Art, una joya aún poco conocida perfecta para familias, y que es mucho más que un paseo por el monte.

Fotografía de una casa en Montsonís.

Fotografía de una casa en Montsonís.

/ Wikicommons

Se trata de un recorrido circular de unos siete kilómetros que combina naturaleza, arte y memoria rural. A lo largo del camino- perfectamente señalizado con pequeñas mariquitas de piedra roja- van apareciendo esculturas integradas en el paisaje: figuras humanas talladas en madera, tótems de piedra, instalaciones que dialogan con el entorno sin perturbarlo.

Una de las más conocidas es “Lo Padrí”, una escultura de madera obra de Pere Anton Mola que representa a un anciano campesino, símbolo de la sabiduría rural. Es realmente impresionante, tanto por sus dimensiones y el entorno de donde se encuentra como por su particular mirada. A su alrededor, se abre un paisaje de ensueño que puedes disfrutar a través de miradores naturales con vistas espectaculares al valle del Segre y a las montañas lejanas. Cada paso es un descubrimiento, una foto que no necesita filtros para destacar. 

El Padrí de Montsonís.

El Padrí de Montsonís.

/ Wikicommons

Un pueblo que late a un ritmo distinto

Pese a que es muy pequeño, Montsonís todavía guarda alguna sorpresa más. Si eres amante de la arquitectura románica, te recomiendo visitar su iglesia dedicada a San Andrés, la cual conserva elementos del siglo XII y un aire recogido que invita al silencio. Muy cerca se encuentran también la ermita de Sant Urbà y el Santuario de Santa María de Salgar, ambos en enclaves naturales que merecen una visita. 

Fotografía de Montsonís.

Fotografía de Montsonís.

/ Wikicommons

Así que, si te has enamorado de este maravilloso destino y deseas vivirlo en tus propias carnes, no te preocupes, no tiene pérdida. Montsonís se encuentra a unos 45 minutos en coche de Lleida capital, siguiendo las carreteras C-12 y C-26. Desde Barcelona, el trayecto no llega a las dos horas. Aunque se puede visitar todo el año, la primavera y el otoño son las estaciones ideales para hacer la ruta Land Art, cuando el paisaje explota en verdes o se tiñe de ocres. Cuando lo visites, imprégnate de su esencia y disfruta de un turismo rural de calidad. ¡No te lo pierdas! 

Síguele la pista

  • Lo último