Ruta por el Alentejo más tradicional
Castelo de Vide, Portalegre, Estremoz, Arraiolos y Évora: un viaje para conocer las tradiciones de la región.

Entre el río Tajo y el Algarve se ubica el Alentejo, una región portuguesa que limita al este con España y al oeste con el océano Atlántico. Es un territorio extenso, esencialmente rural y escasamente poblado, que ocupa cerca de un tercio del territorio portugués. La belleza del paisaje y la calidad de su patrimonio arqueológico, monumental, arquitectónico y etnográfico, junto con la excelencia de su gastronomía y de sus vinos, le confieren las mejores condiciones para perderse en él aprovechando para conocer sus tradiciones. ¡Comenzamos!
Castelo de Vide

Castelo de Vide es uno de los lugares más auténticos del Alentejo, en parte por su interesantísimo legado histórico y cultural. El ascenso al castillo de la ciudad se realiza por las empinadas calles del Barrio Gótico, a rebosar de edificios con llamativos portales y ventanas. Junto al castillo, en el que también se encuentra un Museo de Historia y Arquitectura Militar, se halla una pequeña judería que alcanzó su apogeo en el siglo XV, tras la expulsión de los judíos de España. Prueba de ello es la pequeña Sinagoga, hoy convertida en museo. Se recomienda visitarla al atardecer, cuando Castelo se empapa de las luces rojas y amarillentas del ocaso.
Portoalegre

El barroco se respira por cada esquina en esta ciudad de poco más de 15.000 habitantes, desde la preciosa Catedral pasando por las diferentes casas que son ya emblema de la localidad. Además, hoy en día Portalegre permanece fiel a su legado de tejidos elegantes, conservando incluso una fábrica que produce magníficos tapices y un extraordinario museo que muestra dichos trabajos. El municipio se ubica justo a los pies de la Serra de São Mamede, lo que le convierte en un excelente punto de partida para realizar numerosas excursiones.
Estremoz

En esta ciudad del distrito de Évora destaca, sobre todo, la antigua muralla que custodia su casco antiguo y su castillo medieval del siglo XII, con su Torre das Tres Coroas desde la que divisar unas espectaculares vistas del horizonte alentejano. Con un rico patrimonio cultural, Estremoz también es famosa por su arcilla roja y sus muñecos tradicionales. Igual que en el resto de la región, a la ciudad se la reconoce también por la calidad de sus vinos.
Arraiolos

El pequeño pueblo de Arraiolos, ubicado a unos 20 kilómetros al norte de Évora, es especialmente famoso por sus alfombras, que se tejen a mano desde el siglo XII. En ellas se observa la fuerte influencia de los tapices persas. Los dibujos de las alfombras se basan en motivos abstractos, diseño de azulejos o representaciones de flores, aves o animales. Paseando por sus empedradas calles uno podrá toparse con pequeñas y grandes tiendas donde comprarlas. Asimismo, la Iglesia da Misericórdia merece una visita, pues, pese a tener una fachada sencilla, oculta un hermoso interior, con un altar dorado y paredes revestidas de azulejos del siglo XVIII.
Évora

Évora es principal ciudad del Alentejo. Catalogada por la UNESCO como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, ocupa un lugar destacado en cualquier itinerario cultural de la zona. La mejor forma de recorrer la ciudad es a pie, caminando por sus estrechas calles de casas blancas. De esta forma uno descubre numerosos detalles y monumentos que desvelan la vasta historia de Évora. En el siglo XV, los reyes de Portugal decidieron fijar su residencia aquí, contribuyendo de esta manera al desarrollo cultural del municipio. Sin embargo, la historia de la localidad se remonta a la época romana, como atestigua el magnífico Templo de Diana. Citando solo lo esencial, se requieren varias horas para visitar la Catedral de Santa María, la Iglesia de San Francisco y su Capilla de los Huesos, el Palacio de D. Manuel, la ventana manuelina de la casa de Garcia de Resende o la Plaza de Giraldo.
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