El restaurante que acaba de abrir en el barrio de Salamanca con platos a 10 € y que ya cuenta con más de 150 valoraciones que lo califican de excelente
En la calle Jorge Juan descubrimos ‘Marciano’, un restaurante que cuenta con todas las papeletas para convertirse en el próximo ‘place to be’.

En Madrid se abren restaurantes prácticamente todos los días. Los hay temáticos, como este perfecto para los amantes de Disney, de comida china (pero de la de verdad) o de paella valenciana, para comerte un arroz de lujo sin necesidad de viajar a la Comunitat Valenciana. Y, entre todos ellos, hoy hemos descubierto la última apuesta del chef madrileño (de Carabanchel, para más señas) Víctor Camargo.
En el número 71 de la calle Jorge Juan, en pleno barrio de Salamanca nos da la bienvenida ‘Marciano’. Su estética podría transportarnos a cualquier club de Dubai o Nueva York. La luz es tenue, las sillas son cómodos sofás que te abrazan y la música suena (se escucha bien, pero no te impide conversar con tu interlocutor). Pero, vayamos por partes…

Camargo, al que ya conocemos gracias a restaurantes como Guru Lab, nos cuenta que en ‘Marciano’ no quería hacer un menú degustación al uso. Su intención es otra: ofrecer una propuesta que se nutra de las ideas que va recogiendo en sus múltiples viajes. Así, el saam jacobo de corvina rellena de queso Arzúa-Ulloa gallego fundido con salsa anticuchera y cebolla roja nos permite viajar a Perú, Corea del Sur o Galicia, sin movernos de la mesa.
Gran parte de los platillos de la carta tienen un precio de 10 € y se pueden compartir. Así, el comensal puede salir del local habiendo realizado un verdadero viaje gastronómico, ya que se recomiendan unos 3 platos por persona. En la carta también encontramos propuestas tan sabrosas como el curry verde thai con seta maitake ahumada a la robata y frita o el tiradito de lubina con leche de tigre de maracuyá y kimchi de mango verde.

Mención especial merecen las navajas de anzuelo a la carbonara con queso manchego añejo, guancciale y yema de huevo con leche de coco y su guiso de pollo a la pepitoria de anacardos, mole viejo y manzanas asadas. Este último, para comérselo todos los días y no cansarse nunca.
‘Marciano’ no es solo un lugar en el que se come. La parte líquida también es sobresaliente gracias a una amplia selección de vinos. Ahora bien, para vivir una auténtica experiencia extraterrestre hay que probar sí o sí alguno de los cócteles firmados por Mel Da Conceição. La ‘drink designer’ te aconseja según tus gustos y preferencias y no suele fallar. Si te van los sabores frescos y afrutados, tienes que probar el Earl Grey, melocotón y miel. El destilado que le añade nos lo reservamos (por aquello de no hacer spoiler).
Si eres más de sabores amargos, el que lleva rosas y lavanda te va a chiflar. Y, lo mejor de todo, es que se pueden pedir en formato individual o en una botella de medio litro (que se sirve en cubitera) y es ideal para compartir. Además, destacan por su bajo volumen alcohólico.
Camargo ha vuelto al lugar que le vio hacer sus primeros pinitos como cocinero tras pasar por la Escuela de hostelería de la Casa de Campo de Madrid. En el restaurante Cosme, a unos 300 metros de ‘Marciano’ se hinchó a preparar menús del día. Y ahora, como chef reconocido, vuelve al barrio de Salamanca para ofrecer algo que podría considerarse otro rollo.

A ‘Marciano’ se va a comer (bien), se va a beber (mejor) y también a escuchar música. Los fines de semana hay sesiones en vinilo de diferentes DJ’s. Eso sí, aquí no suena lo que en todos los sitios. Para Víctor era importante que la música no fuera demasiado comercial y se puede escuchar desde reggae hasta soul, pasando por algo de electrónica. Un martes por la noche, por ejemplo, suena el beatmaker alemán Spaze Windu, el rapero francés Maes, el ‘Oye negra’ de Noro Morales o Tego Calderón.
‘Marciano’ tiene todas las papeletas para convertirse en un auténtico ‘place to be’ gracias a su carácter divertido, su ambiente relajado y sus buenos precios. Un lugar que Camargo ha ideado ‘sin pretensiones de nada’ y con el que no quiere parecerse a nadie, pero que sí ofrece reminiscencias de algunos de los clubes y restaurantes más punteros del momento.

En definitiva, este restaurante del barrio de Salamanca que lleva abierto tan solo un par de meses, ofrece una carta a un precio asequible con muchos platos a 10 € y cuenta con más de 150 valoraciones que lo califican de excelente gracias a su ambiente, el servicio y, cómo no, una comida que algunos usuarios valoran como ‘digna de estrella Michelín’.
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