Todos los planes para recibir el Año de Cerdo, en Usera, el "Barrio Chino" de Madrid
Aquí no se toman las 12 uvas. Ni el reloj da las campanadas en la Puerta del Sol. Tampoco se recibe al año nuevo con ropa interior roja por aquello de la buena suerte. Aunque eso sí, los farolillos proliferan por todo el barrio (¿De qué color sino?). Estamos en la China Town de Madrid. Bienvenidos al barrio de Usera, donde el 1 de enero pasa sin pena ni gloria y el año Nuevo Chino se celebra por todo lo alto. Y más si de recibir al cerdo de tierra se trata. Timbales, bombos, food trucks y platillos para saludar como se merece al año que entra. La magia está servida. Fuera y dentro del plato. Aviso a navegantes: los planes de este fin de semana necesitan un buen traductor.


VIERNES 8 DE FEBRERO. SIEMPRE LA LUNA
El cerdo apremia. Después del año del perro llega pisando fuerte el porcino de la abundancia. Es la luna quien manda en el calendario chino. El viernes 8 de febrero queda inaugurado oficialmente el año del cerdo.
Cuándo: a las 17.30 horas. Dónde: en la plaza Junta de Distrito de Usera.
A las 18.15 horas actúan Flamenco Sin Fronteras, con Karina Yao y “El Gitano de Pekín”. Un día para conocer de cerca a los monjes shaolin y descubrir la China más tradicional en rutas guiadas por el barrio.

Y por supuesto, para saborear esta fiesta. El restaurante JIN YUN SHAO BING siempre está animado. Aquí hay gente comiendo a cualquier hora del día. Son muchos los que vienen a tomar la famosa torta a este restaurante pintón. Inspirada en el sur del país, la elaboran con carne de cerdo y verduras en una cocina a la vista. (Nicolás Sánchez, 59)

Para los que apuestan por una gastronomía más callejera, los Food Trucks de comida Tradicional China estacionan en la Plaza Junta Distrito Usera. Cuándo: el viernes 8 de 17:30 a 19:30h y el sábado 9 de 11:30 a 19:30 horas.
SÁBADO 9 DE FEBRERO. LA MAGIA EXISTE
Durante todo el sábado, en el Mercado de la Primavera podemos comprar artesanía y quedarnos absortos ante el ritual de la ceremonia del té o la caligrafía china. Para los más pequeños, cuentacuentos infantiles que vienen de China, técnicas milenarias como el recorte de papel y sesiones de cine.

En las inmediaciones, algunos nuevos locales se decantan por nombres occidentales. Es el caso de HONEY, un coqueto café donde preparan pudding de jengibre con leche y mousse con formas tan originales como la de un Sharpei. Un momento divertido para acompañar con uno de sus tés, como el Pu-erh con fresas.( Nicolás Sánchez, 95). Una opción muy dulce es OVLSOK. Nicolás Usera, 73. Y el té con burbujas de LOMITE resulta imprescindible. (Nicolás Sánchez, 71)
Al caer la tarde, la magia cubre todo el barrio. Es la Ceremonia de la Luz en el parque de Pradolongo. Cientos de farolillos flotantes iluminados. De fondo, una música que fusiona Oriente y Occidente. Este espectáculo termina con fuegos artificiales. Es hora de ir a cenar.

La apuesta es segura. Un clásico entre los clásicos es ROYAL CANTONÉS. Este restaurante de comida cantonesa se engalana días antes para la gran fiesta y ofrece asados como el pato o el combinado de asados. Cocina de la tierra como los dim sum elaborados al momento. Hay que probar las empanadillas de gambas frescas. (Olvido, 92)

DOMINGO 10 DE FEBRERO. EL CERDO SE LO MERECE
Dragones. Leones gigantes. Color. Música. Y más de 1.200 artistas. El domingo es el gran día. Todo está preparado. El Gran Pasacalles Multicultural Año Nuevo Chino empieza a las 11 de la mañana. El tradicional desfile de Año Nuevo Chino arranca en la esquina de Marcelo Usera con la calle Olvido.

Unos aperitivos para llevar en STARTING FROM SNACK. Será por la amabilidad de sus dependientes o porque ofrecen snacks de toda China, en solo unos meses ya se han hecho un hueco en el barrio entre las tiendas de siempre y los enormes supermercados que inundan estas calles.

Parada obligatoria para almorzar en LAO TOU. Uno de los favoritos entre los comensales chinos. Estamos en Nicolás Sánchez, 35. Un poco más arriba, en Dolores Barranco 12, una vitrina con una gran variedad de ingredientes crudos. Verduras, setas o patas de pollo. Todo se paga al peso. El cliente los coloca a su gusto una bandeja y los entrega al personal. En unos minutos llega a la mesa cocinado. Un placer sin traducciones.

Con un toque muy occidental, MR. DOULAO es de los últimos en llegar al barrio. Entre las especialidades, el hot pot. O lo que es lo mismo, la olla caliente que se cocina en la mesa. Muy fancy el de ternera. Lo más original de este plato es su presentación en una muñeca de juguete. Un lugar para una cena inolvidable mientras disfrutamos de una cerveza china y le pedimos al cerdo de tierra nuestros deseos. (Cuidado. A veces se cumplen). Olvido, 46.


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