Planes esenciales para disfrutar de Salamanca
Monumental, cinematográfica, cultural... Recorremos Salamanca, Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Salamanca es monumental. Salamanca es grandiosa. Salamanca es culinaria, jovial y fascinante. La ciudad lo tiene todo: oferta cultural, gastronómica y de naturaleza. Por lo que no es de extrañar, que sea una de las ciudades que más visitas recibe en el país y una de las primeras ciudades españolas en ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1988).
Empaparte de la historia viva de la ciudad
Protagonista de novelas como 'La Celestina' o 'El Lazarillo de Tormes' o de superproducciones como la reciente 'Mientras dure la guerra' de Amenábar, la ciudad del Tormes guarda un lugar especial en la historia de España. La belleza de su casco histórico, la llevó a ser declarada como Patrimonio de la Humanidad y no es un hecho baladí, porque pasear por sus calles y plazas, convierten la visita, en una verdadera delicia, no exenta de tesoros para todos.
Si hay un hecho por el que se recordará siempre a Salamanca, será porque allí todavía permanece en activo la universidad más antigua de España, creada por Alfonso IX de León en 1218. A día de hoy, sigue siendo la elegida por miles de estudiantes extranjeros para aprender castellano y formarse en sus aulas. Y precisamente allí, en esa fachada icónica plateresca, se esconde la rana que todos buscan. A pocos metros de allí, se encuentra el patio de las Escuelas Menores, una de ellas con un hito sin igual, el Cielo de Salamanca, un espectacular mural de la bóveda de la antigua biblioteca.
Otro de sus grandes monumentos es la Catedral, un conjunto catedralicio con nueve siglos de historia, que aglutina la Catedral Vieja, de estilo románico y la Nueva, del gótico tardío y puntos renacentistas y barrocos. Salamanca cuenta con una de las plazas icónicas del país, centro neurálgico de su animada vida. Allí se encuentra el Café Novelty, lugar de reunión de literatos como Unamuno u Ortega y Gasset. Si hay un espacio en el que soñar, esa es la Casa Lis, un palacete que hoy acoge una deliciosa muestra de obras de Art Nouveau y Art Decó.
Divisarla a vista de pájaro
Si pasearla ya impresiona, imagínate hacerlo desde las alturas. Y es que la ciudad cuenta con miradores para divisarla a vista de pájaro. No los imagines como los que circundan las grandes ciudades, sino como una forma de subir a lo más alto de monumentos clave. Por ejemplo, las torres de la Catedral, emblema de la ciudad, esconden un recorrido a más de 100 metros de altura sobre el suelo. Apodado como IERONIMUS, proponen una visita para conocer la historia de su construcción, entre gárgolas, almenas y pináculos. Desde allí arriba se puede ver la ciudad y el río Tormes.
Otras de las torres visitables de Salamanca, son Scala Coeli, las Torres de la Clerecía, una singular 'escalera al cielo', donde descubrir las alturas de lo que hoy alberga la Universidad Pontificia de Salamanca. Otro de los últimos en abrir sus puertas, ha sido el mirador del Convento de San Esteban.
Disfrutar de su gastronomía
Cuna del ibérico y las tapas, Salamanca es una de las ciudades gastronómicas por antonomasia. El tiempo allí se hace corto, intentando disfrutar de todos sus platos icónicos. Pasar por Las Tapas y el Mesón de Gonzalo, es casi obligatorio, para degustar allí sus croquetas de premio, la ensaladilla rusa o cualquiera de las raciones de su carta. Otro de los imprescindibles, es Tapas 3.0. El segundo local de Jorge Lozano y Soraya Sánchez, se postula como un disfrute asegurado en torno a la mesa.
Clásicos como las croquetas de la abuela Manuela, sus patatas bravas o su audaz versión del hornazo salmantino, atraen cada día a cientos de parroquianos. La jeta de cerdo del Oro Viejo, el arroz de chanfaina de Casa Paca o los platos con carnes ibéricas de Arturo Sánchez en Origen, con la propuesta de Paco Pérez, son solo algunos de los bocados salmantinos que no se pueden pasar por alto.
Síguele la pista
Lo último