Jardines inmersivos: la última experiencia multisensorial en Tokio
Las exposiciones del museo teamLab Planet van desde un jardín donde los visitantes se mimetizan con el ambiente, hasta un manto de musgo con ovoides interactivos

Tokio es una de esas ciudades que jamás dejarán de sorprendernos. En este caso, la capital japonesa acogerá dos nuevas exposiciones de arte que no dejarán indiferente a nadie, y es que el colectivo artístico teamLab Planet acaba de presentar dos nuevas instalaciones en su museo de Tokio que sumergirán al visitante en una apasionante aventura y lo convertirán en protagonista de la obra. Desde un jardín que se alza sobre la cabeza de las personas que lo recorren y los mimetiza con el ambiente, hasta un manto de musgo sobre el que se despliegan unos objetos con forma de ovoide y que emiten luz y sonido cuando se tocan.
Estas dos nuevas exposiciones se suman al resto de experiencias inmersivas y multisensoriales que ofrece el colectivo teamLab en el museo, ubicado en la zona de Toyosu. Así, en esta nueva muestra bautizada como "Jardín", el visitante es el que decide cómo continúa la obra artística a través de su interacción con la misma, y para ello deberá entrar descalzo y sumergirse completamente en estos dos originales jardines. El objetivo de este museo es que, al sumergir todo el cuerpo en obras de arte inmersivas, el límite entre el cuerpo del visitante y la obra de arte se difumine, explorando una nueva relación entre nosotros y el mundo.
Floating Flower Garden (Jardín de flores flotantes)
El Jardín Flotante está formado por una masa tridimensional de flores, y sube y baja a medida que los visitantes interactúan con la obra. El espacio artístico está repleto de orquídeas que van mimetizándose con las personas. Así, a medida que estas se mueven, las más de 13.000 plantas descienden hasta situarse frente a ellas, conectando el espacio de los visitantes y el de la obra hasta convertirlos en solo uno.

Las flores vivas que forman la obra artística son orquídeas epifitas, capaces de crecer absorbiendo agua del aire sin necesidad de tierra. Además, el aroma del espacio varía del día a la noche en consonancia con los insectos que portan el polen de las flores.

¿Arte con peces de colores? En Tokio todo es posible
¿Arte con peces de colores? En Tokio todo es posible
Moss Garden of Resonating Microcosms (Jardín de musgo con microcosmos resonantes)
Durante el amanecer, los ovoides que conforman esta instalación comienzan a reflejar el mundo a su alrededor, dando inicio a esta original experiencia de arte digital. Los visitantes pueden interactuar con la obra moviendo los ovoides, que se caen y vuelven a erigirse liberando un peculiar sonido que se transmite a los ovoides vecinos, emitiendo todos el mismo son.

Con la puesta de sol, son los propios ovoides los que brillan por sí mismos y, además del sonido que emiten cuando el viento o los visitantes los mueven, también emanan un color claro para cada sonido. Colores y tonalidades que, uno tras otro, replican los ovoides que están más próximos. Pero la experiencia no termina aquí, y en los momentos de mayor tranquilidad, sin viento ni movimientos, son los ovoides los que comienzan a parpadear lentamente, llegando a emitir hasta 61 colores diferentes.

Síguele la pista
Lo último