Un restaurante malagueño premiado por tener las mejores vistas de España

Disfrutar de la gastronomía malagueña con unas vistas de lujo es posible en el restaurante La Garganta, ubicado en la pedanía de El Chorro (Álora).

Restaurante La Garganta

En este restaurante se tiene que comer sin prisa y disfrutando a tope del paisaje.

/ La Garganta

Cualquier conocedor de los paisajes más impactantes de España siempre tiene presente el Caminito del Rey, con el Desfiladero de Los Gaitanes como telón de fondo. Y es que este escenario es de tal belleza que no parece de este mundo. Y si a este enclave le sumamos una propuesta gastronómica que eleva la cocina malagueña a una posición privilegiada, el resultado es espectacular. Tan espectacular que el restaurante La Garganta es uno de esos restaurantes a los que uno volvería una y mil veces.

La Garganta - Restaurante El Chorro mesa puesta

No te quedes sin las mejores vistas y reserva una mesa en la terraza.

/ La Garganta

Situado en pleno corazón del paraje de El Chorro, este restaurante permite al viajero contemplar unas vistas inigualables tanto de la central hidroeléctrica como del Caminito del Rey. Su terraza invita a sentarse y dejar discurrir las horas viendo como el sol va cambiando de posición. Eso sí, La Garganta no es solo un restaurante, sino que cuenta con una infraestructura que ha hecho de una antigua fábrica de harina un Complejo Turístico Rural de lo más interesante.

Volviendo a la parte más gastronómica de La Garganta, el restaurante cuenta con unas instalaciones de lujo. Las terrazas acristaladas y los diferentes espacios hacen de este enclave el place to be tanto para una comida informal, como para una celebración especial. Y sí, lo mejor son las terrazas, pero también hay diferentes salones que pueden albergar cualquier tipo de evento.

La Garganta - Complejo rural El Chorro

Bañarse en la piscina de La Garganta puede ser el broche de oro a la ruta del Caminito del Rey.

/ La Garganta

Llega la propuesta culinaria y en La Garganta han apostado por elaborar una cocina tradicional, basada en productos locales y platos típicos de la zona, pero mezclados con toques que sorprenderán al comensal. Su carta de desayunos es de lo más variada y permitirá al viajero coger energías de cara a disfrutar de este enclave único. Por cierto, es posible adquirir las entradas para el Caminito del Rey allí mismo. Eso sí, encontrarlas para el mismo día suele ser algo complicado.

Como decíamos, los desayunos son muy top y los cócteles, con las vistas únicas y los pies en alto tras una larga caminata, son placeres difíciles de resumir en palabras.

Ahora sí, ha llegado la hora de la comida y en La Garganta cualquier visitante podrá encontrar algo que le guste. Hay entrantes para compartir como una tabla de quesos malagueños o chacina de Guadalhorce. Las croquetas de chivo malagueño también son de lo más sabrosas. Tienen un sinfín de ensaladas que son perfectas cuando el calor aprieta. Y si el tiempo no acompaña, también hay primeros platos calientes como la sopa de picadillo. Un básico en la zona.

Vamos ahora con los segundos y vemos que la oferta es muy variada: hay un par de pescados, pero su especialidad son las carnes, tanto al horno, como al fuego o a la brasa. La pierna de chivo lechal es perfecta para aquellos que gustan de platos contundentes. También el chorreño, una especie de plato combinado con pimientos, huevo frito, lomo o patatas, permitirá al viajero reponer fuerzas. Y si se prefiere algo más ligero, el conejo en reducción de naranja puede ser una buena alternativa.

La Garganta - Vistas restaurante

El tiempo se detiene cuando uno contempla estas vistas.

/ La Garganta

Y, ojo, porque conviene dejar un huequito para los postres caseros. En definitiva, una comida a la altura de un auténtico rey, tanto por las vistas como por los ingredientes y los patos, que acercan la gastronomía malagueña a todos aquellos viajeros que han llegado hasta la pedanía de El Chorro para disfrutar de sus espectaculares vistas, pero que se irán, además, con el mejor sabor de boca posible.

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