
Visitamos el museo más delicioso del mundo: un paraíso para los amantes del chocolate en el corazón de Zúrich
En Lindt Home of Chocolate no sólo podrás hacer un viaje interactivo a los orígenes del cacao sino también atiborrarte (literal) con este elixir suizo.
Lo primero que aparece ante los ojos es una fuente de nueve metros de altura de la que emana, densa y lentamente, un chorreante chocolate capaz de hacer ensalivar hasta el menos goloso del mundo. Así es la dulce bienvenida de Lindt Home of Chocolate, la emblemática sede de esta firma suiza que es líder mundial en la categoría de chocolate Premium. Un descomunal edificio de 1.500 m2, que no sólo acoge un centro de investigación y producción, sino también un museo, una cafetería, un auditorio, diversos espacios para cursos y talleres y la tienda de chocolate Lindt más grande del mundo.
| Información expedición a Suiza | |
|---|---|
| Correo Electrónico: | info@club-viajar.es |
| Teléfono: | 933 23 34 23 |
| Sitio web: | www.club-viajar.es/expediciones |

Estamos en Zurich, claro, a orillas del lago, en la histórica sede de la compañía, emplazada en la comuna de Kilchberg. Una compañía que, desde el año 1845, es sinónimo de excelencia en el universo chocolatero, con productos que están presentes en más de 120 países y que son vendidos por 28 filiales en más de 500 tiendas propias. Por eso, traspasar el umbral de este lugar es como sumergirse, de pronto, en la película de Tim Burton Charly y la fábrica de chocolate.
Del grano a la tableta
Proyectado por el estudio suizo de arquitectura Christ & Gantenbein, el edificio impacta por fuera con su fachada curva de ladrillo blanco esmaltado, sobre la cual unas letras doradas anuncian la tentación. Una estética industrial, pero muy elegante, que se extiende hacia el interior con amplios lucernarios, pasarelas de hormigón y escaleras en espiral, todo tan inmaculado que hace que la mencionada fuente (de la que cae, como por arte de magia, un kilo de chocolate por segundo) destaque sobre la blancura.

Es entonces cuando comienza la aventura. El viaje a los orígenes del chocolate, a través de culturas y continentes. Más de 5.000 años de este manjar que los españoles encontraron en América Central y al que, con el tiempo, se le agregaría azúcar para hacerlo agradable a los paladares europeos. Un producto que acabará por conquistar el mundo y que, en Suiza, justo cuando Europa está inmersa en la Revolución Industrial, se convierte en el placer absoluto gracias al empleo de las nuevas tecnologías.
Es en este país montañoso del corazón de Europa donde Rodolphe Lindt inventa el proceso de conchado, en 1879, que consiste en una refinada técnica de amasado del chocolate que le otorga una textura suave y cremosa. También aquí nace el chocolate con leche, que marca una revolución al extender su atractivo a un público más amplio. El resto es historia: Suiza se erige, sin rival, en la tierra del chocolate.

All you can eat...
Todo esto, en Lindt Home of Chocolate, se aprende de manera divertida, a través de una visita audioguiada (con dispositivos en 10 idiomas y una versión adaptada para niños en alemán e inglés), descubriendo cada paso del proceso de producción con exposiciones multimedia y alcanzando la parte práctica con experiencia interactivas. Porque la idea de este centro, más que dar a conocer los secretos del manjar más universal, más que desgranar el significado cultural que ha tenido a lo largo de la historia para el conjunto de la sociedad, es servir de punto de encuentro para los maestros chocolateros del mundo. No sólo se imparten talleres y curso exclusivos, sino que además los visitantes pueden elaborar sus propias creaciones.

Después de todo esto, llega la mejor parte: la ansiada degustación de chocolate, que tiene lugar en una sala llamada Chocolate Heaven. No podía tener mejor nombre. Aquí encontramos los productos más emblemáticos de la compañía (entre ellos los bombones Lindor o las tabletas Lindt Excellence), que se pueden probar ilimitadamente. Para ello están las máquinas en las que van cayendo onzas al colocar la mano debajo y las montañas de bombones a disposición del público.
Si con todo, alguien se queda con más ganas, que no tema. Aguarda la tienda Lindt de 500 m2, que es la más grande del mundo. Un lugar desde el que regresar a casa cargado de una tableta, o de mil, del chocolate favorito. El mundo nunca fue más dulce que en Lindt Home of Chocolate. ¿A quién no se le hace la boca agua...?