Entramos en ‘The Social Hub’, el hotel más alternativo de Madrid
Un concepto rompedor que promete arrasar la capital madrileña, cuyo ‘leitmotiv’ es sentirse tan cómodo como lo estaríamos en casa. Así es ‘The Social Hub Madrid’, el hotel más alternativo y alucinante de la capital.
Pararse en las puertas de ‘The Social Hub Madrid’ es acudir a un constante goteo de personas que se paran ante su puerta, miran asombrados y dicen en alto: “¿Has visto esto?” Una llamada a la atención perfecta que define muy bien lo que encontraremos en su interior.
No es de extrañar, pues la primera impresión que ofrece este hotel a sus huéspedes es una gran bóveda con cerámicas de colores diseñada por la artista española Anna Taratiel. Una cálida bienvenida a un edificio que mira directamente a los Jardines de Sabatini y el Campo del Moro, dos de los jardines más bellos e históricos del centro de Madrid, en plena Cuesta de San Vicente.
Este espacio, que rompe por completo la estética tradicional de lo que conocemos como hotel, es más un punto de encuentro, de reunión y de diversión que un espacio para dormir al uso. Es por eso que ellos prefieren denominarlo ‘hub’ en vez de hotel.
Un interior en el que apetece estar
La entrada al hotel es también inusual, con unas escaleras de madera repletas de barras de led de colores que suben hacia las plantas superiores que se consagra como el punto perfecto para la foto ideal. Pero esto es solo el inicio.
Entrar a este ‘hub’ es toparse, de primeras, con mesas repletas de gente que lee, estudia, escucha música o se toma un café tranquilamente. Pero también con gente que juega al ping pong en la mesa ubicada en plena recepción. Un espíritu diferencial, difícil de encontrar en otros hoteles al uso, que invita a quedarse en sus espacios.
Estos lugares comunes dan paso, al final de esta planta baja, a su zona de ‘check in’: un círculo presidido por leds que rompe las reglas de las recepciones convencionales. A su alrededor ya se pueden vislumbrar varios espacios, como su zona ‘gaming’. Esta sala, completamente pintada en rojo, es una de las tantas donde podremos tener ocio y pasar nuestro tiempo libre. Pero es hora de subir a sus distintivas habitaciones.
Dormir como un ángel
Dormir en ‘The Social Hub Madrid’ es, ante todo, un viaje a la historia de la imprenta en España. No por sus habitaciones, que tienen una estética minimalista y cuidada, sino por la historia de su edificio. Y es que estas habitaciones se encuentran en un espacio donde se encontraban las rotativas del BOE (Boletín Oficial del Estado) y de la revista Semana. Varios detalles alrededor del hotel te trasladarán a otra época.
Sus habitaciones, en cambio, son muy actuales y que preservan su seña de identidad: siéntete cómodo y vive la experiencia. Hay varios tipos: Queen, King y Studio, tres tipos de habitaciones inspiradas en los tonos vibrantes de Madrid y con aires sofisticados y juveniles. También otras, el cúlmen de lo alternativo, cómo su ‘Playroom’ adornada con luces led y con una cama redonda que invita al hedonismo.
Nosotros tuvimos la suerte de alojarnos en una Executive King, una habitación muy espaciosa con vistas a los Jardines de Sabatini en la que destaca, sobre todo, su amplitud. Tanta que se podría hacer perfectamente una clase de yoga o de pilates sin tropezarnos con nada a su alrededor. Uno de los puntos fuertes es su cama, de dimensiones ‘king size’, que es un auténtico escándalo en cuanto a comodidad.
El plato fuerte está en sus espacios comunes
Decidir alojarse en el centro de una gran ciudad como Madrid puede ser, en ocasiones, un poco agobiante si no estás acostumbrado al ritmo frenético de las capitales y al ir y venir de cientos de personas cada pocos minutos. En este ‘hub’, a pesar de encontrarse a escasos 5 minutos andando de Plaza España, no tendrás esta sensación: pues se encuentra en una zona privilegiada para encontrar la paz en el centro de Madrid.
Una tranquilidad que, además, se complementa con sus espacios que invitan a quedarse a vivir para siempre. Entre sus tantos lugares de relax se encuentran sus dos terrazas, bajo un mismo telón de fondo: cócteles de infarto, sofás cómodos y vistas panorámicas al Palacio Real y al ambiente de la ciudad.
En lo alto de su hotel encontrarás su ‘infinity pool’, con la curiosidad de que es completamente transparente por abajo. Esto nos deja una peculiar vista de la gente bañándose cuando volvemos a coger las escaleras para bajar a sus plantas inferiores.
También encontramos el rincón perfecto para los amantes del café. En la planta baja encontramos uno de los tres Misión Café que hay en Madrid, una espectacular cafetería en la que el placer está más que asegurado por sus baristas que se empeñan en hacer algunos de los mejores cafés tostados artesanales de Madrid.
Debajo de su planta baja encontramos también un restaurante con las cocinas abiertas. Para que además de degustar sus cuidadas comidas puedas ser partícipe de las elaboraciones en un ambiente que aúna lo moderno con lo tradicional.
Más allá de lo convencional
Este lugar, más allá de ser un hotel, es también un lugar de encuentro para una nueva generación de ciudadanos del mundo y nómadas digitales. Lo es porque tiene una comunidad alrededor del mundo que los respalda, pero también por ser de los primeros lugares que activan una membresía en sus instalaciones.
Esta membresía o suscripción nace para que todo el mundo pueda disfrutar tanto de sus espacios comunes, como de sus zonas de coworking, su gimnasio, sus cafeterías y su piscina. Y es que TSH Madrid cuenta con amplias salas para trabajar que son un sueño para todo ‘freelance’, con cafeterías comunes a sus usuarios en el que el diseño característico de este hotel rezuma por todos sus poros.
Y es que... ¿Imaginas trabajar, ir al gimnasio, darte un baño en la piscina y tomarte un delicioso café todo en el mismo lugar? Eso es justamente lo que está intentando lograr este hotel que ofrece precios muy jugosos a cambio de un espacio que puedes usar con toda libertad.
Pero van más allá. Al entrar a este hotel te darás cuenta que está dividido en dos espectaculares edificios: a un lado el hotel y, al otro, una residencia de estudiantes. Esta residencia, con cocinas comunes dignas de Masterchef y habitaciones en las que, literalmente, nos quedaríamos a vivir, convive con el hotel mano a mano. Una sinergia que convierte a este hotel en uno de los más alternativos de Madrid y, también, a uno de los que más vida tiene de la capital.
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