El Altstadt de Düsseldorf está de moda

Capital de Renania del Norte-Westfalia, Düsseldorf es una de las ciudades más prósperas y dinámicas de Europa. El centro de la ciudad lo tiene todo: gastronomía, monumentos, cervecerías y compras para todo tipo de gustos.

Plaza del Ayuntamiento en el Altstadt. Derecha, los edificios de Frank Gehry en MedienHafen.
Plaza del Ayuntamiento en el Altstadt. Derecha, los edificios de Frank Gehry en MedienHafen.

Vertebrada por el gran Rhin, es sin embargo el pequeño afluente Düssel el que da nombre a una de las ciudades estrella del oeste de Alemania. Centro económico y empresarial, también lo es de las compras y de una gran vitalidad. Los alemanes se han empeñado en convencer al mundo de que son gente divertida y el centro histórico de Düsseldorf, el Altstadt, es una prueba de ello. Un kilómetro cuadrado en el corazón de la ciudad que se llena de gente todos los días al caer la tarde para disfrutar y divertirse. Pero antes de llegar hasta aquí hay dos visitas imprescindibles: el MedienHafen, o Puerto de los Medios, y la avenida Königsallee. El puerto mezcla lo antiguo y lo nuevo. Los antiguos silos, almacenes y grúas conviven con creaciones vanguardistas entre las que destacan los tres edificios danzantes del canadiense Frank O. Gehry, reciente Premio Príncipe de Asturias de las Artes, o el último hotel abierto por la española Meliá, el Innside Düsseldorf MedienHafen, ubicado en el edificio Colorium y con una fachada colorista de dos mil paneles de vidrio que atrapa todas las miradas. Por su parte, la Königsallee es una de las avenidas de compras más elitistas y exclusivas del mundo. Merece la pena recorrer este suntuoso bulevar y visitar sus inmaculados centros comerciales (el Sevens, la Kö-Galeri, la Kaufhof, en el número 1...). El último de ellos, el Kö-Bogen, es una espectacular construcción firmada por Daniel Libeskind que se ha convertido en el nuevo icono de Düsseldorf (y en la meca de las amantes de los zapatos).

Pero nadie puede abandonar Düsseldorf sin haber paseado por su centro histórico, el Altstadt, lleno de iglesias, tabernas y tiendas curiosas como Gewürzhaus, una pequeña casa de las especias donde elaboran mostaza artesana al gusto del cliente: 3,80 euros por un buen tarro. Para darle gusto al estómago, el restaurante más famoso del centro lleva firma española: El Amigo Primo López, que abandera un grupo de restaurantes bajo esta marca creada por un emigrante español (aquí todo el mundo conoce al primo López). Este rincón confluye con la Bolkerstrasse, la calle más animada del centro (casi imposible caminar el sábado noche). Y aquí la reina es la cerveza. Düsseldorf produce una variedad de cerveza que la identifica y distingue del resto de las alemanas: la Altbier. De fermentación alta y color oscuro, se elabora en destilerías propias del centro que la producen y sirven. Las más conocidas son la Schlüssel, la Kürzer o la Schumacher. Düsseldorf también es famosa por un licor digestivo, el Killepitsch. El original se vende y sirve en Et Kabüfke. Y para finalizar el día, un paseo por la margen del Rhin con el skyline del puerto de fondo.

Quadriennale 2014: así será el arte en el futuro

Hasta el 10 de agosto la ciudad acoge uno de los festivales de arte más ambiciosos y prestigiosos de Europa: la Quadriennale Düsseldorf 2014. Bajo el tema Beyond Tomorrow (Más allá del mañana), trece museos, galerías de arte repartidas por toda la ciudad e instituciones públicas invitan a los ciudadanos a ponderar y disfrutar sobre el futuro del arte con exhibiciones, conferencias y actos culturales en una cita que solo se produce una vez cada cuatro años.

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