A esquiar en tren

Pirineo aragonés

Pirineo aragonésEsquiar con las mejores vistas

Atención aventureros: una nueva pista de nivel rojo acaba de inaugurarse en los Pirineos. Y no es una pista cualquiera. Su nombre es Estrimal, en honor a una fuente natural cercana, y tiene unos números solo aptos para los más avezados: 1.300 metros de longitud, 25 metros de ancho y una pendiente media del 25%, con una completa red de innivación de 28 cañones. Una espectacular vía que sirve para unir la zona de la Selva Verde con Panticosa, en la comarca del Alto Gállego, y que permite a los esquiadores llegar hasta el pueblo sin la necesidad de regresar en telecabina. Panticosa es una de las estaciones que forman parte del grupo Aramón (www.aramon.com), que integra la mayor superficie esquiable de toda España. Esta es su gran temporada, ya que une su oferta a la de Formigal bajo un mismo forfait que da acceso a un total de 147 pistas, o lo que es lo mismo, a 176 kilómetros repartidos en los seis valles que conforman este nuevo súper destino de nieve (www.formigal-panticosa.com).

Situada en Sallent de Gállego, Formigal, con una cota máxima de 2.251 metros, es un centro invernal con mucha historia a sus espaldas. Fue inaugurado hace justo 50 años, un aniversario muy especial que piensa celebrar por todo lo alto con conciertos, fiestas, competiciones de freestyle, bajada de antorchas y muchas sorpresas. Lo suyo es una apuesta por la innovación, la diversión y las emociones inolvidables, algo que se traduce en recorridos para practicar snowbike, rutas para realizar con raquetas de nieve, jornadas de ski ratrack que incluyen comida (carnes a la brasa, potaje montañés) en una cabaña casi perdida... y hasta áreas especialmente indicadas para hacer tobogganing a lomos de un trineo bajo el cielo estrellado. Formigal y Panticosa, conectadas ambas con un ski bus diario, cuentan, además, con un après-ski único, como Marchica y Cobaxo, donde concluir un intenso día invernal disfrutando del mejor ambiente.

La tercera de las estaciones del grupo Aramón en el Pirineo Aragonés es Cerler (www.cerler.es), la más alta de todas, ya que alcanza los 2.630 metros de altitud en la mítica cima de Gallinero, lo que la convierte en la estación pirenaica con mayor desnivel esquiable (1.130 metros). Este es, sin duda, un lugar privilegiado, con 68 pistas que se reparten a lo largo de dos valles, el de Cerler y el de Benasque. La belleza del paisaje que lo envuelve, con más de 60 picos que superan los 3.000 metros de altura, es uno de sus principales reclamos, pero no el único. Un total de 19 remontes, una amplia oferta gastronómica con trece puntos de restauración y un moderno sistema de innivación sirven para completar su oferta. Una oferta que este año promete ser aún más divertida para los pequeños de la casa. Para ellos es la nueva pista El Bosque Encantado, un circuito que transcurre por un bosque de pino negro en el sector Cota 2000, con acceso por la pista Fontanals, y el Skity Área de Puentet, con un mini snowspeed para que puedan medir su velocidad. Para los mayores queda una excursión al Forau d''Aigualluts o, para los más atrevidos, una ascensión al pico Aneto.

Otras dos estaciones de referencia, Astún (www.astun), en el término municipal de Jaca, y Candanchú (www.candanchu.com), en Aísa, también aúnan fuerzas esta temporada con una propuesta conjunta que permite al visitante deslizarse por sus más de 100 kilómetros esquiables y, al mismo tiempo, descubrir los encantos del valle del Aragón. Protegida de las corrientes del viento y con una espléndida orografía –todas las laderas están cubiertas con praderas de hierba natural–, Astún es perfecta para todo tipo de esquiadores, independientemente de su nivel. Inaugurada en 1928, Candanchú es la estación de esquí más antigua de España, pero no por ello ha dejado de ponerse al día. Entre sus instalaciones destaca un área dedicada al esquí nórdico, en la zona de La Rinconada, que discurre por parajes de gran belleza, dominados por La Zapatilla y las laderas de Loma Verde.

Llegar en AveHasta Huesca se puede viajar directamente en AVE desde Madrid. También desde Barcelona, previo transbordo en Zaragoza, a donde es posible llegar desde ambas capitales en uno de los trenes AVE que circulan a diario. Dos de ellos tiene su origen/destino en Sevilla y Málaga.

Un horizonte blanco. Esa es la imagen con la que sueñan los viajeros que, a través de la ventanilla, persiguen con la vista las cumbres más altas. La aventura comienza a bordo de un tren rumbo a las estaciones de esquí repartidas por España.

No están en el centro de las grandes ciudades, pero las estaciones de esquí españolas, desde las pirenaicas hasta Sierra Nevada, están perfectamente comunicadas con localidades a las que llega el tren. Renfe piensa en los esquiadores, que cuentan con facilidades para desplazarse en sus trayectos con el equipo necesario para que sus vacaciones en la nieve sean inolvidables. Solo hay pues que elegir destino y el medio más adecuado para llegar hasta él. Una pista: va sobre raíles.

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