4 Espacios naturales que embelesan

Fauna, flora, arte, historia y cultura se fusionan en increíbles, y cercanos, espacios naturales. Estos territorios, donde el ecosistema se entrelaza con la historia y la cultura, son arrebatadores. Y en nuestra geografía están los más potentes y hermosos del planeta. ¿Te los vas a perder?

Mirador del Salto del Gitano, Monfragüe
Mirador del Salto del Gitano, Monfragüe / JoseIgnacioSoto

España destaca por su interminable variedad paisajística, donde coexisten grandes accidentes naturales. Estos hermosos espacios, con vegetación muy heterogénea y singulares particularidades, invitan a los amantes del aire libre a perderse entre sus distintos rincones. Muchos de ellos, enormes tesoros del planeta, son grandes desconocidos, y ello, a pesar de tenerlos muy cerca. Lagos, gigantescos glaciares, desfiladeros de infarto, riscos, bosques, playas, acantilados, llanuras, dehesas, humedales visitados por las aves de toda Europa que han permanecido intactos a la mano del hombre, son algunas de las sorpresas de nuestra geografía. Y también, son los deseados por nuestra cada día más protegida fauna ibérica. Fauna, flora, arte, historia y cultura enriquece aún más estos espacios que embelesan.

En ellos, la naturaleza se entrelaza con la historia y la cultura. El Parque Natural de Cabárceno, es un inmejorable ejemplo, ya que es un espacio único para los apasionados de los animales. Aquí todo gira en torno a la vida de distintas especies de animales de orígenes muy dispares. En Cabárceno la naturaleza no tiene fronteras, y la arqueología industrial. Lo mismo que en el bosque animado de Oma, donde sin duda, hay que perderse. En este bosque de Ibarrola hay que caminar sin rumbo entre las cortezas convertidas en lienzos. Hay que buscar los ojos de los árboles, los arco iris plasmados en los troncos, y las figuras humanas. Si Cabárceno es fauna, Oma es arte, el paraíso de los amantes de la pintura y la fotografía. Situado en la Reserva Natural de la Biosfera de Urdaibai, en una de las laderas del valle de Oma, no solo permite disfrutar de un espacio natural donde reina la paz, sino que además invita a un mágico juego de interpretación.

El Monasterio de Piedra también amalgama naturaleza, historia y cultura. Entre cascadas y lagos está el impresionante monasterio cisterciense que descubre el modo de vida y costumbres, de los monjes. Las dependencias del cenobio, la sala capitular, el Museo del Vino de la DO Calatayud, o el refectorio que alberga la reproducción de un retablo gótico mudéjar, son auténticos tesoros. Y uno de los parajes más idílicos de nuestro planeta, se haya en Monfragüe. Sus dehesas de alcornoques y encinas, sus madroños, y brezos, seducen. En Monfragüe se para el tiempo, sobre todo, cuando águilas imperiales surcan sus cristalinos cielos. Y la observación de las buitreras encalladas en impresionantes riscos, dejan sin aliento. Aire puro, naturaleza y belleza indescriptible para perderse entre árboles y tranquilidad. Y desde luego, nuestro país posee los mejores lugares de Europa para hacerlo. Estos destinos, que mezclan naturaleza, cultura, fauna y arte, ciertamente embelesan.

Síguele la pista

  • Lo último