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Los 10 caminos

Japoneses, ¿realmente son tan detallistas como dicen?

Los habitantes del país del sol naciente son tan minuciosos y detallistas que ponen esmero, amor y voluntad en todo lo que hacen.

El origami, el ikebana o arte del arreglo floral, los dulces wagashi o la carpintería tradicional kumiko son ejemplos de ello.

Dar importancia a las pequeñas cosas transmite un mensaje positivo que transforma nuestras relaciones y nos encamina hacia grandes objetivos.

Ver cómo unas manos dan forma, con cuidado y delicadeza, a una grulla de papel tiene algo de hipnótico. Esta simbólica ave es una de las formas clásicas del origami, el arte japonés de doblar y transformar una hoja cuadrada de papel en una pequeña escultura. Los japoneses son tan cuidadosos y detallistas que consiguen tallas increíbles y realistas, algunas no más grandes que una uña. Además, este animal simboliza la longevidad, la fidelidad, la prosperidad, la fortuna, la felicidad, la sabiduría y la inmortalidad. Y, por tanto, obsequiar a alguien con una grulla de origami, denota aprecio y buenos deseos.

Lo cierto es que los habitantes del país del sol naciente son tan minuciosos y detallistas que ponen esmero, amor y voluntad en todo lo que hacen. También, en sus relaciones personales. Así, mientras avanzan paso a paso hacia la perfección, mejoran su vida y la de los demás, como explica el autor Masaki Ishiguro en su obra “25 hábitos japoneses para vivir mejor”.

Para los japoneses esculpir una delicada grulla de papel es mucho más que un entretenimiento, al igual que preparar un arreglo floral o, incluso, enfrentarse a algo, en apariencia tan poco atractivo y artístico, como organizar la comida para llevar en una fiambrera. Su forma de cuidar los detalles también está presente en la elaboración de los dulces wagashi típicos del país o en sus trabajos de carpintería tradicional o kumiko, por citar tan solo algunos ejemplos.

Además, cabe destacar que estas técnicas y disciplinas han ido evolucionando, hoy se utilizan en sectores muy distintos y sirven como base o inspiración de importantes innovaciones y aplicaciones en áreas como la automoción, la robótica o la ingeniería aeroespacial.

Japoneses, ¿realmente son tan detallistas como dicen?

Ikebana, el arte del arreglo floral

El Ikebana es el nombre que recibe el arte japonés de hacer arreglos florales, viene de las palabras japonesas ikeru, que significa colocar, arreglar, dar vida y nacimiento, y de hana, que significa flores. Pero el Ikebana es algo más que poner flores en un jarrón. Se trata de una forma de arte disciplinada, muy ligada a la cultura tradicional japonesa, que trabaja con otras partes de la planta, como los tallos y hojas, y que tiene que ver con la calma, la armonía, el equilibrio y el contacto con la naturaleza. El minimalismo es un aspecto importante, pues se trata de alcanzar un arreglo floral que destaque por su belleza y la pureza de sus líneas. Además, es un arte que cambia con las estaciones, pues se amolda a las especies vegetales de temporada. En primavera, por ejemplo, es común que las piezas centrales estén adornadas con sakura, es decir, la popular y simbólica flor del cerezo.

El Ikebana se considera, además, como una forma de meditación, pues debe hacerse con lentitud y precisión, permite concentrarse en los detalles y así encontrar la paz interior.

Ikebana, el arte del arreglo floral

Bento, cómo transformar un tupper al estilo japonés

En los tupper o bento japoneses la nutrición saludable y arte culinario se abrazan. La estética se cuida al detalle, desde la elegancia de la propia caja hasta cómo se disponen los alimentos y combinan sus colores y formas. Incluso, para los más aventajados y creativos hay un nivel superior, los kyaraben. En la preparación de estas cajas de comida, especialmente pensadas para el disfrute de los más pequeños, el arroz, las verduras, el pescado, la carne, los huevos duros, el tofu y otros ingredientes típicos de la cocina local se moldean para parecerse a célebres personajes del cine, el manga, el anime y los videojuegos.

Bento, cómo transformar un tupper al estilo japonés

Wagashi, un dulce espectáculo para todos los sentidos

En Japón se llama takumi o shokunin al artesano que dedica toda su vida a ser un maestro en lo suyo. El shokunin es una persona que vive enamorada de su oficio y, bajo las premisas de la mejora constante y de dar lo mejor a la sociedad, se vuelca en su trabajo para alcanzar la perfección.

Si hablamos de repostería japonesa y, más en concreto, de los delicados wagashi, sus elaboraciones tradicionales más preciadas, nos encontramos con auténticos artesanos que han hecho de su elaboración más que un arte, un espectáculo. Estos dulces de belleza extraordinaria son parte importante de la ceremonia del té y se elaboran principalmente con harina de arroz, con la que se elabora un pastelito llamado mochi, y luego se rellena de anko (pasta dulce de judías azuki) y fruta. Quizá la variedad más famosa sea el dorayaki, al ser el postre favorito del mítico personaje de animación Doraemon, pero existen otras joyas como el nerikiri, que refleja de forma artística temas de cada temporada del año y requieren, para su elaboración, un minucioso trabajo con movimientos específicos tanto de manos como de instrumentos por parte del artista.

Wagashi, un dulce espectáculo para todos los sentidos

Kumiko, la magia de la carpintería japonesa

Kumiko es una técnica de carpintería tradicional japonesa que no usa clavos, ni herrajes, ni colas, solo articulaciones precisas para mantener juntas cientos de tablillas. Estas piezas se cortan con precisión para que encajen perfectamente y se colocan siguiendo un patrón geométrico. Existen centenares de diseños, inspirados en la naturaleza y que guardan distintos significados. Además, más allá de su belleza, las tramas kumiko distribuyen la luz y el viento de una manera agradable y relajante.

Esta técnica data de la era Asuka (600-700 DC) y se ha transmitido durante siglos. Si bien al principio se usaba solo en puertas correderas, separadores de ambientes y ranma, el travesaño decorativo que aparece sobre muchas puertas en edificios japoneses tradicionales, hoy en día se aplica en todo tipo de muebles, pantallas de lámparas, celosías… reavivando en cada detalle el valor de lo ancestral y artesanal.

Kumiko, la magia de la carpintería japonesa

Kumiko, la magia de la carpintería japonesa

Aplicaciones sorprendentes

¿Puede un arte tan artesanal, y aparentemente tan sencillo, como el origami tener efecto en el mundo de la ciencia y la tecnología? La respuesta es afirmativa. La robótica, las matemáticas, la tecnología o la biología ya usan el origami para diseñar productos y soluciones tan dispares como muebles, ropa, escudos antibalas o pequeños robots. La aeronáutica también está muy interesada en estudiar los posibles usos de la papiroflexia en su sector para optimizar el espacio de las naves o reducir el tamaño de los paneles solares.

La técnica del origami está presente, además, en muchos objetos de uso cotidiano, como los planos y mapas de grandes ciudades, los envases de palomitas para el microondas o los airbags de los coches, que se pliegan de forma compacta y se activan en unos instantes en caso de colisión.

Precisamente la industria de la automoción, con Nissan a la cabeza, es una de las que ha integrado muchas de las expresiones atemporales del diseño y la artesanía japonesas. Al igual que el país ha logrado combinar tradición y modernidad y estar a la vanguardia sin perder sus orígenes y tradiciones, el gigante automovilístico comparte la atención por el detalle de los artesanos japoneses y la integra en sus innovadores vehículos. Por ejemplo, la marca ha utilizado y reinventado un patrón kumiko, y lo ha incluido en el frontal exterior del nuevo Nissan ARIYA, así como en varios lugares dentro de la cabina. Gracias al uso de este motivo se realza el diseño y se matiza el brillo de la iluminación, consiguiendo una atmósfera similar a la de una estancia de una casa y propiciando una conducción placentera y confortable.

El nuevo Nissan ARIYA recoge también los principios japoneses de distinción, simplicidad, armonía o equilibrio que mencionábamos al hablar de su gastronomía o arreglos florales. Así, este vehículo, el primer crossover totalmente eléctrico para el mercado generalista que ha sido desarrollado y fabricado en Japón, combina el minimalismo elegante de su exterior con la amplitud y las líneas fluidas del interior, para mejorar el confort y la sensación al volante del conductor.

Este diseño junto a su motorización 100% eléctrica, evoca, además, los valores nipones de integración con la naturaleza y sostenibilidad tan presentes en su cocina o en sus arreglos florales. Pero Nissan ha querido dar un paso más allá y en su nuevo Nissan ARIYA, en el que cada detalle se ha cuidado solo como los japoneses saben hacerlo, hay un lugar especial para la flor del cerezo, sakura, que de forma sutil aparece grabada en la base del portateléfonos y en el reposabrazos de la consola central.

Aplicaciones sorprendentes

Aplicaciones sorprendentes

La fama de detallistas de los japoneses es bien merecida. Su minuciosidad es uno de los ejes vertebradores de la sociedad del sol naciente y, sin duda, podemos aprender mucho de ellos. Porque siendo detallista no solo surgen obras de arte increíblemente bellas o sorprendentes propuestas innovadoras, sino que lograremos mejorar la salud de nuestro cerebro y nuestra vida.

REFLEXIÓN