Gastronomía local, arte catalán y ubicado en un barrio que se mantiene auténtico: si viajas a Barcelona, aquí es donde deberías quedarte
La cultura catalana es el hilo conductor de Mercure Barcelona Condor, donde se dan cita arte, diseño, gastronomía y mucha inspiración.

Si hay algo que cada vez buscamos más cuando viajamos es que el alojamiento de nuestro destino se convierta en un verdadero hogar temporal, empujándonos a vivir la cultura local y haciéndonos sentir parte del lugar desde el primer momento. Esto es lo que consigue Mercure Barcelona Condor nada más traspasar sus puertas. Con la hospitalidad con identidad local como emblema, este cuatro estrellas es una invitación a disfrutar del descanso, pero, sobre todo, de la Barcelona más genuina.

Localizado en el distrito de Sant Gervasi, una tranquila zona residencial llena de encanto, el hotel es perfecto para mezclarse con la tranquilidad de un barrio auténticamente local que se aleja de los típicos puntos atiborrados de turistas, pero desde el que, a la vez, se puede acceder fácilmente a los lugares más emblemáticos de la ciudad. Y es que, a menos de 10 minutos se encuentra la Avenida Diagonal, una de las arterias más emblemáticas y animadas, donde pasear, ir de compras o disfrutar de una terraza sin perder de vista el ritmo de la ciudad.
Si prefieres explorar otros barrios muy auténticos, Sarrià y Gràcia también están ubicados a tiro de piedra del hotel. En ellos podrás perderte por calles históricas, comercios que venden productos cargados de originalidad y cafeterías y restaurantes con mucho encanto. El hotel también está estupendamente comunicado con Plaza Catalunya, la Sagrada Familia, el Barrio Gótico, el Park Güell o la playa de la Barceloneta.

Diseño con alma catalana
Mercure Barcelona Condor ha querido rendir homenaje a la ciudad integrando elementos de la cultura catalana en su diseño. Desde el artwork con versos del escritor Josep Plá, que sumergen en la vida mediterránea, hasta el mural de la artista Paula Bonet, cuya obra aporta un perfecto toque contemporáneo y cargado de emoción a los espacios comunes.

Sus habitaciones, amplias y con un diseño moderno, también comunican con las estampas más icónicas de las ciudad, en especial aquellas con vistas al Tibidabo, que se contemplan de maravilla en sus estupendas terrazas. Las panorámicas son también las protagonistas en su gimnasio, idóneo para empezar el día con energía antes de visitar Barcelona.

Por si esto fuera poco, fiel a su filosofía “Locally Inspired”, la cadena Mercure pone al servicio de sus huéspedes el programa “Discover Local”, una iniciativa con la que acerca, aún más, la gastronomía, la cultura y la artesanía de cada uno de sus establecimientos.

En el caso de Mercure Barcelona Condor, no faltan sabores locales como los que se degustan en sus desayunos, a base de panes recién horneados, embutidos y quesos artesanales. Además, el alojamiento pone en valor los relatos, leyendas y tradiciones que forman parte de Barcelona, así como sus fiestas, y organiza degustaciones culinarias, jornadas de puertas abiertas y exposiciones con productores y artesanos para mostrar la cultura de forma cercana y participativa, convirtiéndose así en un gran embajador del territorio.
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