Guía de Emilia-Romaña

Toda la información que necesitas para viajar a  Emilia-Romaña: hoteles, restaurantes y las visitas más interesantes de la región italiana.

Emilia Romaña
Emilia Romaña / Cristina Candel

Datos útiles

VIAJAR recomienda

Aprovechar el viaje para hacer un curso de cocina. Están de moda por la región y son muchas las escuelas que como Uova e Farina (uovaefarinabologna.wordpress.com/) enseñan, en apenas un par de horas, a elaborar pasta fresca y platos típicos.

Más información

Cómo ir

Iberia tiene vuelos directos a Bolonia desde Madrid y Barcelona en trayectos de unas dos horas. También se puede volar con Ryanair, Alitalia y Vueling.

Dónde dormir

Bolonia

Art Hotel

Cadena hoteles con tres establecimientos emplazados en pleno centro histórico. Se trata de Commercianti, Orologio y Novecento, cada uno con un estilo diferente, pero con idéntico servicio y hospitalidad.

Reggio Emilia

Mercure Hotel Astoria

Elegante establecimiento de estilo contemporáneo, con habitaciones confortables y una buena ubicación.

Agroturismos

Para quienes busquen una experiencia más auténtica y en contacto con la tierra, estos establecimientos son haciendas en pleno campo. Un ejemplo es Podere Acquechiare, regentada por una amable familia que cultiva los productos ecológicos que emplea en la cocina.

Dónde comer

Bolonia

Mercado Delle Erbe

Para degustar auténticos platos boloñeses en una atmósfera desenfadada a cualquier hora del día.

L’Altro

Cuenta con unos tortellini de rechupete.

Cantina Bentivoglio

Curiosa cantina más recomendada para cenar. Además de ser restaurante tradicional, es un club de jazz con conciertos en vivo.

Osteria Bartolini

Este es el lugar para comer pescado (que no solo de pasta viven los boloñeses), con un patio de lo más agradable.

En Reggio Emilia

A Mangiare

Ofrece una interesante reinterpretación de la gastronomía típica,

Caffè Arti e Mestieri

Presenta las famosas creaciones del chef Gianni D’Amato.

Qué ver

Aunque esta bella ciudad es un universo de arte, cultura y buena mesa con infinitas posibilidades, estos cinco planes no hay que pasarlos por alto:

Pasear bajo los pórticos

Porque son el alma de Bolonia. 40 kilómetros de soportales altos, bajos, discretos, imponentes, cuadrados, renacentistas, de piedra roja, de mármol, desnudos, grafiteados… El que sube desde la ciudad hasta el Monte de la Guardia (donde está el Santuario de San Luca) tiene el honor de ser el más largo del mundo: casi 4 km y 666 arcos.

Detenerse en la Plaza Mayor

Una de las más bellas de Europa, donde se concentran los principales monumentos: la Basílica de San Petronio, la Fuente de Neptuno y un rosario de palacios impresionantes (D’Accurso, Re Enzo, Del Podestà…). En las noches de verano se transforma en un maravilloso cine a cielo abierto con películas clásicas en v.o. y gratis.

Visitar la Universidad

La más antigua del mundo occidental, que data de 1088. La institución que está en el centro de la cultura boloñesa y que ha acogido a estudiantes de la talla de Petrarca y Copérnico.

Subir a alguna torre

Y maravillarse con la panorámica que se vierte sobre los tejados. Por ejemplo, a Asinelli, la más alta, con 497 escalones. O a Prendiparte, que en su interior esconde un singular Bed & Breakfast de una sola habitación.

Descubrir cuatro iglesias en una

Se trata de la Plaza de Santo Stefano, que, aunque es conocida como de las Siete Iglesias, es en realidad un complejo de cuatro templos anexionados cuyos interiores son una joya.

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