Guía de Filipinas

Toda la información que necesitas para viajar a Filipinask: hoteles, restaurantes y las visitas más interesantes de la ciudad.

Filipinas
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Cómo llegar

La forma más recomendable de llegar es con Singapore Airlines, que ofrece vuelos desde Barcelona a Manila con solo una escala.

Dónde dormir

La oferta de camas abarca todos los bolsillos.

Alojarse en el Ananyana Beach Resort (www.ananyana.com), un rincón entre palmeras a pie de playa que responde a la perfección a lo que cualquiera entiende como el paraíso. Está en la isla de Panglao, en el archipiélago de Bohol, el epicentro de las Visayas, las islas centrales de Filipinas. El lugar es único. Y ese toque distinguido y especial lo aporta su dueña, Emma Gómez, una filipina rebosante de elegancia y estilo que mima a los huéspedes como si fueran miembros de su propia familia. Silencioso y relajado, las pocas habitaciones de que dispone el Ananyana están a pie de una playa en la que a los vecinos más cercanos ni se les ve.

El hotel de Emma es ese lugar que uno nunca imaginó que podría existir y mucho menos estar... Pues existe y está en un rincón de Filipinas. En el centro del establecimiento una justa en su medida piscina de piedra refresca a los huéspedes tras las intensas jornadas de mar con la embarcación del propio hotel. No hay horarios para darse un zambullido. Al atardecer, en el jardín un gran árbol centenario mece las charlas de las tertulias en las que se diseccionan los mejores momentos del día. No faltan flores frescas en las mesas exteriores en las que se sirven las cenas. Velas, cubiertos de buen metal, platos de porcelana y servilletas de hilo blanco para degustar platillos típicos con un toque de sofisticación rico y apetecible. Es la impronta de Emma en cada rincón de su mimado resort. Una bellísima y culta mujer de sonrisa imborrable con capacidad de convertir en realidad cualquier sueño. Si se lo pides, te organiza una cena a la luz de las velas y la luna en una estrecha manga de arena que al anochecer queda a salvo de las mareas. El traslado hasta ese rincón en el que habitan los sueños se hace en barco, en silencio, para que ningún ruido entorpezca la gran belleza del momento. En los postres se enciende una hoguera y un grupo de acróbatas del fuego danzan al ritmo de unos músicos locales, contratados para amenizar la velada. Solo por esa cena, en ese trozo de arena en medio del mar, ya vale la pena viajar a Filipinas. Es verdad que el destino está algo lejos, una realidad que debemos asumir con resignación y un buen libro para el viaje.

En el sofisticado El Nido está el Hotel Tres Verdes, unos bungalows y cabañas para mochileros desde nueve euros la noche.

Dónde comer

La comida es muy variada y muy reconocible para los españoles. En Cebú no hay dejar de visitar el Café Abaseria, para degustar comida nativa.

Y en Bohol está Casa Cecilia, una antigua casa precolonial donde la dueña ofrece deliciosa comida casera elaborada por ella misma y servida en un muy bien conservado menaje de la época. Es imprescindible reservar en el móvil de la señora (09 178 046 727)

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