Los templos cafeteros de Madrid para los coffee lovers, donde un grano es más valioso que el oro

Para los amantes del buen café, disfrutar de esta bebida ancestral, es todo un rito. Los más cafeteros están de suerte porque la gran urbe esconde locales, que más que cafeterías, son templos de café, y donde degustar sus granos, es todo un ritual. Madrid guarda para los más sibaritas, verdaderos aromas y sabores de esta bebida ancestral. Los mejores aromas, las notas a chocolate, frutos rojos o secos, el tiempo de tueste, su origen y su trazabilidad, son algunas de las formulas secretas, para su éxito.

Sólo, con leche, doble, moca, filtrado manual, infusionado a temperatura ambiente, y ecológicos, todos están deliciosos, y con un aroma de infarto. Lo cierto es que, al igual que el vino, el café se ha convertido en la bebida de moda, y ha ascendido a la categoría de delicatessen. Y Madrid apuesta por un grano de calidad, molido al instante, y con mil variedades diferentes.

Pum Pum Café, en la calle Tribulete del barrio de Lavapiés, uno de los más cool de Madrid, ofrece uno de los mejores cafés de la capital. Sus productos son eco, y con espíritu vegano y colaborativo, algo siempre interesante. Pum Pum Café tiene un aire neoyorquino que le da el haber sido, desde 1 800, una carnicería de barrio. Su delicioso café ecológico se puede acompañar con tostadas de aguacate y tomate, o con deliciosas tartas de queso o chocolate.

Sin ninguna duda, uno de los templos del café es Monkee Koffee, un espacio con paredes de ladrillo visto, y decoración industrial, algo vintage. Esta cafetería diferente apuesta por un producto de calidad, un código ético que va desde los productores hasta la taza.

Sus cafés de cooperativas de Kenia, donde las dos terceras partes de la producción del país esta en manos de pequeñas cooperativas formadas por campesinos locales. Y también de Colombia, Etiopia, Guatemala y Brasil. Monkee Koffee, en pleno Chamberí, es una de las mejores cafeterías de España, por su producto cálido, intenso y muy aromático, que sumerge en sensaciones fantásticas.

En pleno corazón de Malasaña está Hanso Café, donde se respira aroma, calma, y un intenso olor a café. En la calle del Pez, en este expreso bar todo es recomendable, empezando por sus diferentes especialidades.

En Hanso Café muestran la región donde se ha cultivado, la finca, el nombre del productor, la altitud de maduración, el año de la cosecha, la variedad, el proceso y el secado. Junto a su café no puede faltar una porción de la tarta de chocolate de su propio obrador.

Hola Coffee, también en Lavapiés, es otro templo del mejor café madrileño. Llevan tres años tostando su propio grano, del que conocen todos sus secretos. Ya sea con leche, de filtro o solo, es el sitio para los cafeinómanos, para los amantes de la alta cocina del café. Aunque cambian cada temporada, su etiope, brasileño o colombiano, tienen un proceso artesanal y totalmente controlado.

El Oso y el Madroño Coffees una cafetería de barrio, de las de toda la vida, que sorprende, y mucho. En la calle Doce de Octubre, en la zona de Ibiza, este local es inesperado. Aquí se entra en busca de una tapa, y se descubre uno de los mejores cafés de todo Madrid. Su café es increíble, su gran variedad muy selecta y sus clientes de los más entendidos de toda la ciudad.

1000 Cups Café, en la misma Glorieta de Quevedo, es otro pequeño rincón para los enamorados del café de calidad. Sus expertos baristas tratan el café, de primera calidad, con suma delicadeza. El local dispone de las últimas máquinas y filtros para extraer todo el sabor del grano, y toda la cadena de valor del café, desde fincas propias en los países de origen donde se cultiva, hasta el proceso de selección, tostado, y preparación.

Y no podemos olvidar el Café Comercial, la cafetería más antigua de Madrid. Aunque se reabrió hace 2 años, sus 130 años de historia le hacen imprescindible. En plena Glorieta de Bilbao, mantiene un sabor genuino a café, una esencia castiza, y un toque cool, único.