Le Cesarine, una red de aproximadamente 600 cocineras de comida casera que cubre más de 90 destinos en toda Italia – incluidas ciudades abocadas al arte, pueblos antiguos y centros turísticos costeros – reciben a los viajeros, amantes de la comida y curiosos en sus cocinas y comedores.

Ellas enseñan a cocinar tradicionales platos familiares, o simplemente preparan una cena maravillosa para que los clientes disfruten la comida local en sus comedores y terrazas. Y la mayoría de las veces, te encontrarás frente a una vista impresionante, solo para ti...

Cecilia, de Roma, periodista dedicada a la política exterior para el trabajo y cocinera por placer, su spaghetti alla carbonara y su pasta all’amatriciana son la verdadera tradición romana. Degustarlos en su terraza, con vistas a la Catedral de San Paolo, simplemente los hace inolvidables.

Emanuela, de Nápoles, vivió en todas partes del mundo, es una apasionada del arte y trabaja como ceramista, tiene una terraza con una vista increíble del golfo de Nápoles. También es sorprendente ver cómo voltea sus frittata de pasta con un solo movimiento de sartén.

Sissi vive en Milan, tiene una cocina y una mesa de comedor estilo jardin d’Hiver con vista a una hermosa terraza con flores, y sus cremas de mondeghili y mascarpone no se olvidan fácilmente.

Manuela de Florencia ha sido adoptada por la Toscana, una tierra que ella ama por sus recetas sencillas pero sabrosas: probar su pollo alla cacciatora mientras se observa la cúpula de Santa Maria del Fiore del artista Brunelleschi se convertirá fácilmente en uno de los mejores recuerdos de sus vacaciones.

El Home Cooking tiene un punto de referencia en el panorama italiano: Le Cesarine. Más de 600 cocineras por pasión, distribuidas en toda la península, que abren las puertas de sus casas y ofrecen platos y recetas regionales del pasado a los clientes del mundo.

Descendientes 2.0 de las "rezdore" Emilianas, en las cocinas de las cesarinas hay estudiantes y amas de casa, médicos y fotógrafos, periodistas y profesionales, con una edad que oscila entre los 30 y los 70 años (en algunos casos alcanza los 80) unidos por una sola pasión: la cocina de su propia región y la tradicional hospitalidad familiar italiana.
