Por su carácter icónico y su papel en las costumbres culinarias de los españoles, la histórica casa de comidas de Lucio Blázquez ha elaborado un menú maridado con las referencias Tinto de Verano y Distinto de La Casera en el que rinde homenaje a los orígenes de la firma.

Por 45 € bebida incluida, el menú consta de cuatro platos, que además son de lo más abundante: para empezar, los míticos huevos de Casa Lucio; luego, sopa de ajo, una receta típicamente castellana, tan sencilla y humilde como sublime y nutritiva, que surgió después de la guerra por pura necesidad y que en los años 50, allá por el nacimiento de La Casera, se había convertido en un auténtico manjar muy habitual tanto en las tabernas como en los cafés de tertulia de Madrid.

De segundo, Casa Lucio propone Capón en pepitoria, una de las especialidades más longevas y demandadas del establecimiento (con permiso de los huevos). «Debido a la preferencia que mostraba la reina Isabel II por este plato, en el siglo XIX la pepitoria se convirtió en un imprescindible de los banquetes de la corte y, por extensión, de las celebraciones en las casas, donde solía haber gallinero». «Es por esto», cuentan, «que la hemos elegido para rendir tributo a una marca que ha estado siempre presente en las reuniones en familia y con amigos». Y añaden: «en Casa Lucio sustituimos la gallina o el pollo por capones criados en libertad, ya que tienen mucho más sabor».

Por último, el menú incluye pan perdido, uno de los postres más emblemáticos de la casa, escogido para esta efeméride en alusión al origen galo del fundador de La Casera®. El pan perdido (pain perdu en francés) es una receta francesa similar a la torrija en la que el pan se desmenuza previamente haciendo el postre más ligero, suave y jugoso. A diferencia de la original, la de Casa Lucio no se fríe sino que se sirve en frío con azúcar caramelizado y helado..
*Este menú para celebrar el 75 cumpleaños de La Casera estará disponible en Casa Lucio durante todo el mes de junio.