|
El menú degustación, titulado Anábasis, continúa con hasta 20 propuestas sápidas, completando un todo con coherencia inicial. Anábasis es el protagonista de la obra homónima del filósofo griego Jenofontes, que huye de Persia para llegar a un promontorio que, según los historiadores, podría ser el alicantino Peñón de Ifach, una peña natural emblema de Calpe que saluda al mar desde un parque natural. ![]() Gamba Roja |
Los pre postres siguen hablando y explicando Valencia, todos ellos extraídos de la tradición valenciana y evolucionados como toca con menos azúcar o alcohol, por ejemplo. ¿Un abuelo de un pueblo los identificaría? “Sin duda, le sorprendería pero sabría qué es”. Esa es la idea de la evolución gastronómica. Canari -bebida típica de toda la Comunidad a base de orchata y lima-, Arnadí –con leche de calabaza, boniato, lima, nueces y huevos, típico de Jávea- o Herberet –un digestivo con hierbas y anís, la cazalla valenciana. Tradiciones heredadas que tienen continuación en los postres. Entre ellos, el de Rosáceas, donde pueden aparecer tratadas mandarinas, nectarinas, pomelos o melocotón en función de su frescura diaria. |
![]() La versión corta de Anábasis se llama Kerpe –nombre con el que Jenofontes bautizó al peñón-, y consta de los snacks más siete pases que Soler selecciona. “En Audrey’s manda el cliente y puede, en este caso, montar su menú bajo mi consejo”. Jenofontes así lo habría querido. Contenido y continente Sólo el nombre del restaurante se aleja del hilo narrativo que ha impreso Soler al local. Audrey’s rinde tributo a Audrey Hepburn, protagonista de Desayuno con diamantes, que vincula asimismo al hotel AR Diamante Beach que lo aloja. En cambio, toda su decoración y complementos sí tienen lógica. Valencia también se reivindica en la mesa mediante el soporte de los petit fours o el recipiente de los azucarillos del café, diseños ambos del artista de Jávea Toni Marí; mediante la escultura del centro de mesa, del valenciano Quico Torres, o el recipiente para dejar los corchos de las botellas y el soporte de la coca de Dacsa inicial, del colectivo de Dénia Balikypopoy. Todas las cucharas empradas, todas diferentes, están inspiradas en las tradicionales de la zona para comer paella. ![]() La elección de los materiales generales del local no ha sido azarosa, ya que las fibras naturales como el mimbre, el ratán o la caña forman parte de la tradición artesana de las comarcas de La Marina alicantina. Además, las lámparas de pie son de la valenciana Aromas del Campo, y el global, del estudio de decoración valenciano Muyelena, que instaló en la última reforma acontecida en 2018 una piel de parabanes con rejilla de mimbre que recorren el perímetro y recuerdan asimismo al camerino de una actriz. Hepburn lo entiende y también sonríe. Afortunada está de representar el único guiño no local de un restaurante valenciano por los tres costados. ![]() El chef Rafa Soler |
|