7 restaurantes con estrellas Michelín del País Vasco

Si hace unos años eran los cocineros vascos quienes cruzaban la frontera para aprender de los chefs internacionales, ahora son éstos quienes desean realizar sus prácticas entre los fogones guipuzcoanos, alaveses y vizcaínos. Con una equilibrada mezcla de recetas de mar y montaña, donde degustar desde los platos más tradicionales hasta aquellos más experimentales, el País Vasco se ha convertido en uno de los mejores destinos culinarios del territorio nacional. En total posee 49 estrellas Michelín en 39 restaurantes repartidos por sus tres provincias. Algunos de ellos, como Arzak, Akelarre, Martín Berasategui y Azurmendi, cuentan con tres étoiles, el número máximo con el que un restaurante puede ser agraciado.

Arzak

La casona guipuzcoana donde está ubicado este restaurante de prestigio internacional fue construida en 1897 para ser bodega y taberna. Después pasó a ser casa de comidas y a especializarse en banquetes. Sin embargo, fue en 1966, con la llegada del chef Juan Mari Arzak, cuando el espacio se abrió al mundo y se convirtió en la cuna del movimiento: La Nueva Cocina Vasca. Entre sus imprescindibles destacan el rape con cebolla caramelizada y el cordero inyectado con maltas de cerveza.

Akellare

El restaurante Akellare, del chef Pedro Subijana, está ubicado en el guipuzcoano barrio de Igueldo. Posee unas espectaculares vistas de la costa Cantábrica y dispone de un gran salón comedor con capacidad para 130 comensales, donde destacan los tonos cálidos con detalles en dorado y blanco. Algunos de sus platos más tradicionales son la penca de cardo con alcachofas y ajo negro, el trinchado de buey, el foie a la sartén o el pichón asado.

Arzumendi

En 2007, cuando Eneko Atxa, de 28 años, abrió junto a su tío una bodega de txakolí en la localizad vizcaína de Larrabetzu. Ahora, 11 años después, el restaurante luce tres estrellas Michelín, ocupa el puesto 38 en la lista de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo según la lista de Resturant. Además, ha sido distinguido como uno de los más sostenibles del planeta por la guía Michelín, ya que gran parte de su cocina se nutre del invernadero que está situado en la azotea del edificio.

Martín Berasategui

Para los amantes del lujo y la cocina de autor, tener la oportunidad de cenar en el exclusivo restaurante Martín Berasategui es una experiencia única que debe ser experimentada al menos una vez en la vida. El establecimiento, posee tres estrellas Michelín, está situado en el barrio guipuzcoano de Lasarte-Oria y responde a los principios de la Nueva Cocina Vasca. Entre las creaciones que se pueden degustar destacan: un plato de milhojas caramelizadas, anguila ahumada, o crema de lechuga de caserío y jugo yodado.

Mugaritz

El afamado restaurante vasco del chef Andoni Luis Aduriz está ubicado en los aledaños de Bilbao, en un acogedor caserío entre robres centenarios. A pesar de tener en su haber dos estrellas Michelín, el equipo de cocina ha diseñado una carta en el que la mayoría de los platos no requieren de cubiertos. El beso helado de ostra, el extracto de carabinero con dulce de maíz, el tocino de vaca asado al hueso y la merluza en blanco con sake Doburoko son algunos de sus imprescindibles.

Zaldiaran

El Zaldiaran es uno de los dos restaurantes con estrellas Michelín de Álava. Abrió por primera vez sus puertas hace 33 años y desde entonces se ha convertido en uno de los máximos exponentes de la cocina tradicional vasca. Está ubicado en la Avenida de Gasteiz (Vitoria) y de su carta, compuesta por una treintena de platos, destacan el rape a la parrilla, la chuleta a la brasa y el entrecot de buey con patatas panaderas.

Nerua Guggemheim Bilbao

Aroma, belleza, textura y sabor. Esas son los principales premisas sobre los que se sustenta la cocina del Josean Alija, chef principal del Nerua Guggemheim Bilbao. Ubicado en el interior del emblemático museo de Frank Gehry, el establecimiento pone a disposición de los comensales una variada carta, donde destacan los productos locales. Entre los imprescindibles de están: la merluza frita con espinacas de agua guisadas; las ostras con mantequilla tostada y alcaparras; y un bizcocho de naranja, manzana y menta con helado de pipas de calabaza.