5 fiestas excesivas (gastronómicamente hablando)

España es un país en el que la cultura popular se expresa de una forma contundente en sus fiestas. El color y el ruido de fiestas, algunas de las más famosas como Los San Fermines o las Fallas, no dejan indiferente a nadie. El calendario nacional se encuentra repleto de festividades de una u otra índole, pero sin duda, todas acompañadas por la sensacional, rica y variada gastronomía de nuestro país. Nuestra cultura culinaria tiene tanto peso, que las fiestas gastronómicas nacionales tienen personalidad propia, y se han convertido en celebraciones de culto. Muchas están vinculadas con la cultura del vino, y otras, recogen la tradición de elaboración de diferentes ámbitos gastronómicos, pero todas, tienen un relevante contenido gastronómico, que ha cristalizado en una cita obligada.

Febrero es un mes que no tiene nada que envidiar a los gastro festivales de los vecinos europeos, es insuperable en cuanto a degustación, y pocos países pueden presumir de semejante variedad. Ofrece ideas para todos los gustos, y se han convertido en una excusa irresistible para escapar de casa, en un casi descuidar el estómago, y romper con la rutina.

Nuestra geografía es culinaria, tanto es así, que sus Ferias de Gastronomía nacionales ya son icónicas. Madrid Fusión, San Sebastián Gastronómika, Fartukarte, Fòrum Gastronómic, o Gastrónoma toman el pulso a la importancia y relevancia que el mundo de la cocina tiene en nuestro país, referente a nivel mundial de excelente materia prima, y prestigiosos chefs. Este mundo de exquisiteces tiene su raíz en las fiestas gastronómicas populares, que a lo largo y ancho de nuestra geografía se celebran desde el principio de los tiempos.

Son citas anuales donde foráneos y forasteros participan de las delicias de cada región. Siempre van acompañadas de desfile de carrozas, bailes, comparsas, conciertos, y exposiciones, puras excusas para una reunión en torno a una buena mesa. En los espacios abiertos más bellos se degustan los ricos productos del cerdo ibérico, y productos de la tierra, donde se comparte calidad, exquisita materia prima y tradición. Febrero arranca con 5 fiestas excesivas, culinariamente hablando, acompañadas de multitud de eventos. ¿A cuál te apuntas?

Bacanal de la Grasa de Zafra Badajoz

Durante la fiesta del Carnaval en Zafra, el domingo 11 de febrero se celebra la tradicional Bacanal de la Grasa, donde se degustan los productos típicos del cerdo ibérico. Es el día más grande de los carnavales de Zafra, donde vecinos y visitantes toman las plazas porticadas para degustar los ricos productos del cerdo ibérico. Chorizos, salchichones, lomos, costillas, chuletas y carnes, son los reyes.

Botillo de Bembibre León

El 3 de febrero se celebra la 46ª edición del Festival Nacional de Exaltación del Botillo, en Bembibre, una gran comida donde se consumen más de 1000 botillos. De todo el mundo acuden personajes famosos de las artes, las letras y la política para degustar este embutido típico de la comarca del Bierzo. La Gran Fiesta del Botillo ha sido declara de Interés Turístico de Castilla y León.

Domingo Gordo de Malpartida de Cáceres Cáceres

El Domingo Gordo es el domingo anterior al martes de Carnaval, y forma parte de los Carnavales de Malpartida de Cáceres. La jornada se inicia con la apertura del mercado gastronómico de artesanía y los pasacalles. La jornada concluye con la degustación en la plaza Mayor de las tradicionales Tostas de Patatera con Mil y una Tapas de Patatera, demostraciones de cocina en vivo y degustación de tapas.

Cocido de Lalín Pontevedra

El 4 de febrero arranca la Feira do Cocido en Lalín, un referente imprescindible en el calendario gastronómico gallego. Ese domingo es el día grande, la culminación de un mes de actividades en torno a este plato típico. Cuenta con decenas de establecimientos implicados, y como suele decirse, de San Mauro a San Valentín, mes del cocido en Lalín. Sus orígenes se remontan a 1968.

Sermón de la Tortilla Teruel

El Martes de Pascua se celebra el tradicional Sermón de las Tortillas. Es una comida al aire libre en los alrededores de la ciudad, donde miles de turolenses salen al para disfrutar de una fiesta con raíces medievales. Tiene su origen en la fundación cristiana de la ciudad, cuando el Martes de Pascua de cada año, los turolenses elegían los cargos, que con carácter anual, regían la ciudad