Cloé HARENT
Uno de los pasillos del Palais Bulles diseñado por Antti Lovag, donde se ve cómo interconectó las estancias sin renunciar a las formas curvas ni siquiera en las zonas de paso.
Louis Philippe Breydel
Hasta la cama es redonda en el Palacio de Burbujas que Cardin compró en 1992. Las paredes, decoradas con motivos planetarios.
Louis Philippe Breydel
Hasta las sillas adquieren formas curvas en el Palais Bulles. El jardín está decorado con palmeras y las vistas son excepcionales desde el macizo de Estérel.
Cloé HARENT
Las escaleras de madera parecen subir al cielo con su forma de caracol.
Louis Philippe Breydel
Las ventanas, por supuesto, son transparentes y redondas, con vistas a la piscina y a la Costa Azul.
Louis Philippe Breydel
Las piscinas se asoman desde un barranco al Mediterráneo.
Jean-Pascal Hesse
En esa defensa de la arquitectura orgánica que hacía Antti Lovag, es natural que los interiores del Palais Bulles tengan colores ocres y terrosos que inviten a vivir el mundo natural.
Louis Philippe Breydel
Pese a ser una construcción de los años 70 y 80, parece estar ambientada en el futuro.
Louis Philippe Breydel
Si nos dicen que esta puerta es de la casa de Bilbo Bolsón, nos lo creemos.
Jean Pascal Hesse
Las piscinas se llenan con el agua que cae de las cascadas curvas, distribuidas por toda la casa.