5 castañares para antes del fin del otoño
El Bierzo, León
El Bierzo es tierra de castaños y magostos. Es tierra fértil y generosa donde los castaños lucen un porque majestuoso. En El Bierzo los castañares son verdaderos monumentos naturales y guardan buena parte de la historia de esta tierra. Su producto es de tal calidad, que gozan de la marca de garantía Castañas del Bierzo. Imprescindibles los bosques místicos que rodean Pardamaza y Toreno.
Sierra de Aracena, Huelva
Al norte de Huelva, en la sierra de Aracena y Picos de Aroche, se extienden más de 5 000 hectáreas de bosques de castañas. De este bello árbol han quedado topónimos con el del municipio Castaño del Robledo. En Cortegana se encuentran los mejores ejemplares de la llamada castaña pilonga, que en la actualidad, como ya hicieron sus antepasados, cuidan de forma artesanal, las cuadrillas.
Valle del Ambroz, Cáceres
La generosa y desconocida Extremadura esconde un tesoro en forma de bosque, uno de los más importantes de la península. En el cacereño Valle del Ambroz existen castaños que bien podrían ser el escenario de un cuento. Aquí, los Castaños del Temblar, en Segura del Toro, de casi 700 años se han catalogado como árboles singulares. Y no es de extrañar que aquí se celebre el Otoño Mágico.
El Tiemblo, Avila
El Tiemblo tiene un secreto, donde su Abuelo, es un icono entre los castaños. Quizá este sea uno de los bosques de castaños más bellos de nuestro país, y con los ejemplares más longevos. En la zona más estrecha de la garganta del Yedra se alzan los ejemplares de este auténtico bosque encantado. Aquí cada año brota el Abuelo, quizá el ejemplar más grande de Europa.