Gabriel Gonzalez / Flickr
Cruzar el río Lérez nunca fue tan emocionante. Si eres de los que no sufren de vértigo, podrás disfrutar de las vistas que ofrece el centro del puente, realizado con el clásico suelo de tablas de madera. Una vez en el medio del río, están aseguradas las mejores fotografías.
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Es uno de los desfiladeros más abruptos y espectaculares de España, con paredes de 500 metros separadas solo por el ancho del río Noguera Ribagorzana. Es el límite natural entre Lleida y Huesca. Puro deleite con paisajes fabulosos y un puente metálico que impresiona, no apto para quien sufre vértigo.
Irene González
El Caminito del Rey, el que fuera el sendero más peligroso del mundo, ofrece pasarelas aéreas vertiginosas y de infarto por el Desfiladero de los Gaitanes. Quizá sea. Al final del recorrido está, quizá, el puente más espectacular de nuestro país. A más de 400 metros de altura, te sentirás como un héroe al cruzarlo.
Gabriel Gonzalez / Flickr
Este puente colgante atraviesa el río Ulla a su paso por el coto de Xirimbao y Pontevea. Su construcción metálica permite ver todo lo que sucede bajo los pies y desde él se pueden tomar magníficas fotos del paisaje y de sus llamativas cascadas. Se construyó para facilitar la pescar del salmón en el Ulloa.
Luis Miguel Bugallo Sánchez / Wikicommos
A tan solo 4 kilómetros del centro de Noia, se eleva un inquietante puente colgante con el que sortear el río Tambre. Su pasarela de rejilla metálica, y la majestuosa naturaleza que lo rodea, lo convierten en un encantador lugar para el relax. A tan solo 8 kilómetros río arriba está la hidroeléctrica y el embalse.
Francisco de Casa / ALAMY
A 8 kilómetros de la Alhambra, en Monachil, entre estrechas paredes se despliega un desafiante puente colgante sobre el río que nace en el Pico Veleta. Este puente en pleno Parque de Sierra Nevada, que parece sacado de un cuento, da toda la sensación de que nada lo sujeta, y de que está suspendido en el aire.
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Ya en el siglo XVI existía un antiguo puente de piedra, pero se desmoronó. Así que en 1 902 se construyó el actual, de hierro y madera, siguiendo las tendencias arquitectónicas de la época. Se levanta sobre la hoz del río Húecar, para unir el casco urbano de la ciudad con el Convento de San Pablo.
Hercules Milas / ALAMY
Aunque ya existen muchos puentes transbordadores, el de Vizcaya fue el primero de su categoría en todo el mundo. Se levantó en el siglo XIX, y une Portugalete con el barrio de Las Arenas. Esta sensacional obra ha sido declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Indispensable subir a la pasarela del puente.
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Este puente parece una escultura suspendida sobre el parque Vallaparadís. Se alzó para cruzar el río y acceder a las iglesias románicas de San Pedro, Santa María y San Miguel. Moderno y de acero, conecta el antiguo pueblo de Sant Pere con el ensanche de Terrasa, y se funde con la naturaleza y los edificios históricos.
Francisco Javier Martín Fernández / Wikicommos
La pasarela colgante de Polvorines sortea el Tajo por su paso por Toledo. Conecta la antigua Fábrica de Armas, donde hoy se ubica la Universidad, con un parque donde se guardaban los polvorines. Es una zona de singular belleza con unas magníficas vistas de Toledo. Antes aquí existía una pasarela, también colgante, que fue destruida por una riada del Tajo.