Tres miradas de Budapest

Arpad Szilicsany 36 años. Manager de Domus Vinorum¿Por qué hay que visitar Budapest? Porque es una ciudad muy bonita y acogedora. Es como la París del Este. Me gusta prácticamente todo de esta ciudad, su comida, su gente, sus mujeres, sus vinos...Su calle favorita.La calle peatonal Váli Utca y el Bastión de los Pescadores. Es un lugar que me encanta. No hay otra panorámica como esa.Su museo preferido.El Museo de Bellas Artes. Además de las colecciones que alberga, otro de sus atractivos es que se encuentra en uno de los barrios más hermosos de la ciudad.Un lugar para desconectar de los problemas.Nagykovácsi, mi pueblo. Está situado a tan solo 20 kilómetros de Budapest. Allí me olvido de todo y recomiendo a los visitantes que vengan a conocerlo para conocer cómo vive la gente de los alrededores de la capital.Vamos a cenar a...Kéli Vendémo. Es un restaurante muy húngaro, con más de cien años de historia. Está situado bajo el puente de Arpad. Si es para grupos, entonces Domus Vinorum.Una tienda para comprarLas de Louis Vuitton y Gucci en la zona peatonal del centro.

Reka Szalkai 35 años. Guía turística y directora de cine¿Por qué hay que visitar Budapest?Para disfrutar de la vista del Bastión de los Pescadores y de la Isla Margarita, si el tiempo lo permite. Los museos y los balnearios son muy interesantes y se come muy bien y barato.Su calle favorita.Una callecita estrecha que hay junto a los almacenes Mon Park. Sus casas son muy antiguas.Su museo preferido.La Galería Nacional y la Casa-Museo Liszt. Este último es muy interactivo. Cada visitante recibe un iPad en la entrada para disfrutar del museo con la música del compositor.Un lugar para desconectar de los problemas.El sepulcro de Gul Baba. Una bella tumba turca que me hace pensar que podría estar en la remota Estambul. Su vista hacia el río Danubio es magnífica.Vamos a cenar a...Aszú, comida húngara con un toque de modernidad. Tiene un interior clásico y un servicio muy bueno.Una tienda para comprar.Memories of Hungarian. Para hacerse con la colección de Puskas, el futbolista húngaro del Real Madrid. Camisetas, jarras, gorros... Está junto a la Basílica de San Esteban.