Los pueblos más románticos para celebrar San Valentín

Es la ciudad más poblada de Menorca, con 29.000 habitantes y una de las localidades más bonitas de la isla, con un pasado esplendoroso que la llenan de edificios históricos, palacios y casas señoriales. Su puerto está considerado como uno de los más bonitos del Mediterráneo.   Es imprescindible hacer un recorrido por su paseo marítimo hasta el Castillo de San Nicolás o perderse por las calles medievales del casco antiguo hasta la Catedral, ir de compras por la calle de Ses Voltes con sus famosos soportales o tomarse algo en la plaza de Es Born, llena de edificios emblemáticos. 

Se conoce como las Villa de las tres Mentiras ya que ni es santa ni es llana ni tiene mar. Es una delicia perderse por sus calles medievales y disfrutar de un vaso de leche con unos sobaos mientras se pasea.  Es conocido por ser uno de los pueblos más bonitos y con más encanto de España pero también por sus Cuevas de Altamira, que están a pocos kilómetros de distancia. También merece mucho la pena el Monasterio de San Juliana,  del siglo XII máximo exponente de románico cántabro con un precioso claustro.

Si hay un pueblo romántico en Mallorca, ese es Valldemossa. Está situado muy cerca de Palma de Mallorca, en la Sierra Tramontana. Merece la pena pasear por sus calles empedradas y llenas de flores pero sobre todo visitar la Real Cartuja de Valdemossa, antiguo monasterio que data del siglo XIV y famoso por haber sido la residencia de la escritora Georges Sand y del músico Chopin. Por la Cartuja y sus jardines también pasaron otros nombres célebres como Jovellanos, Santiago Rusiñol o el escritor Jorge Luis Borges.

Altea es un destino ideal para una escapada romántica, un precioso pueblo marinero y de casitas blancas con un maravilloso casco antiguo de callejuelas escalonadas, miradores con vistas a la playa y balcones llenos de flores. Lo más destacado es la Iglesia Parroquial de la Virgen del Consuelo, con unas cúpulas de gran belleza con azulejos vidriados en azul y blanco. Además tienes  fantántiscas playas en los alrededores, como La Rosa o Cap Negret

Otra buena elección como lugar romántico para salir en San Valentín es el precioso pueblo de Pedraza, en Segovia, con sus calles empedradas, su bonita Plaza Mayor y -por cierto- uno de los lugares donde mejor cordero se come de España. Quizás un plan romántico para los más foodies.

Cuenca también es una opción estupenda para un fin de semana en pareja. No sólo por su bonito centro histórico, sus casas colgadas y su catedral, sino también por su importante Museo de Arte Contemporáneo, uno de los mejores de España y que merece la pena la visita. También imprescindible es la visita a la Ciudad Encantada, donde las enormes rocas y piedras construyen curiosas formas. 

Ronda es uno de los lugares más espectaculares de España. Situada sobre un profundo desfiladero, el Tajo, que separa la ciudad nueva, que data del siglo XV de la vieja que es de la época árabe. Son impresionantes las vistas desde el Puente Nuevo, que se extiende a lo largo de todo el desfiladero y también su plaza de toros, del siglo XVIII y una de las más míticas de España.

Hay dos razones de mucho peso para visitar Aranjuez: el Palacio y los Jardines y es que los jardines de Aranjuez dan para un paseo bien romántico de varias horas y están repletos de fuentes y de encantadores rincones, algunos más ornamentados y otras zonas mucho más salvajes, en donde es fácil ver patos y gansos. Desde 2001 los Jardines forman parte del Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad y han servido de inspiración a músicos como Joaquín Rodrigo o pintores como Santiago Rusiñol.El Palacio de Aranjuez también merece la pena ser visitado por dentro. Destacamos la Casita del Labrador, un palacio anexo mucho más pequeño. Además Aranjuez posee muchos rincones especiales como la vista del rio desde el célebre restaurante El Rana Verde, lugar ideal para disfrutar de una comida o cena de San Valentín.

Otra de las localidades marineras más bonitas del norte de España y que podemos recomendar como escapada romántica es Hondarribia. Está a tan solo 20 kilómetros de San Sebastián lo que hace fácil que ambas se puedan visitar en un fin de semana. Lo más bonito de Hondarribia es su casco histórico amurallado y más en concreto su Calle Mayor y la Plaza de Armas, repletas de coloridos balcones y flores, que hacen a esta localidad tan característica. También es imprescindible pasear por el barrio de La Marina, el barrio de pescadores, donde además hay numerosas tabernas y restaurantes donde disfrutar de los típicos pintxos, esta vez con sabor a mar.