Personajes y leyendas de la Riviera suiza en el lago Leman
La bodega favorita de Charlie Chaplin
Entre las localidades de Lausana y Montreux se extiende la zona de viñedos más grande de Suiza, el Lavaux. Las terrazas construidas en las laderas de esta zona forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco desde el año 2007. Resulta especialmente atractiva y seductora una ruta en coche por este gran tapiz de 800 hectáreas de cepas y uvas, salpicado de pueblitos y ciudades medievales con bodegas tradicionales. El vino aquí por excelencia es el blanco, entre los que destaca el vino seco procedente de la variedad de uva chasselas (perfecto para maridar con comidas suizas como la raclette o la fondue). Charles Chaplin encontró su paraíso personal en esta región. En la bodega de Patrick Fonjallaz (visitable para degustaciones en su jardín con vistas al lago e incluso para celebrar bodas, banquetes y eventos) se guardan fotos históricas que certifican la pasión bodeguera del gran cineasta norteamericano.Tras una de sus giras europeas, Chaplin decidió no regresar a EE UU y fijó su residencia en Vevey. Junto a su mujer, Oona, adquirió una mansión a orillas del lago Leman. Chaplin vivió allí durante 25 años y sus restos están enterrados en Corsier-sur-Vevey. La mansión se ha convertido en un museo consagrado a su figura, que abrió en 2016 con más de 3.000 metros cuadrados dedicados a su obra y arte. Se llama The Modern Times Museum (el Museo de los Tiempos Modernos) y ofrece un recorrido de tres horas que es a la vez escenográfico, cinematográfico, multimedia y virtual. La mansión de Chaplin acoge asimismo una sala de exposiciones en el centro de una zona de catorce hectáreas repleta de jardines, senderos y terrazas con vistas a uno de los paisajes de lago y montañas más bellos de Suiza. Un sensacional viaje en el tiempo y una experiencia de inmersión única y emotiva.
El prisionero de Lord Byron en las mazmorras de Chillon
Un castillo de visita imprescindible, por su emplazamiento, historia y leyendas. Construido por los Saboya en el siglo XIII, el Château de Chillon encierra miles de historias y susurros de los muchos personajes que aquí padecieron la humedad de sus mazmorras góticas. Chillon es el castillo más famoso del lago Leman y uno de los más antiguos de Suiza, así como el monumento más visitado del país. Los guías, ataviados con trajes de época (algunos dan hasta miedo), orientan a los visitantes por pasadizos, torres y rincones de las mazmorras donde se ahorcaba a los prisioneros. El preso más famoso fue el rebelde François Bonivard, que permaneció encadenado en los sótanos abovedados de 1530 a 1536 y cuya historia inspiró a Lord Byron su obra “El prisionero de Chillon”. Un reto: hallar el pilar donde supuestamente estuvo encadenado todos esos años Bonivard y donde el genial escritor británico dejó grabado su nombre en 1816 como homenaje a la resistencia e integridad personal de este preso. Además de Lord Byron, otros artistas y escritores se han inspirado en esta fortaleza medieval, entre ellos Jean-Jacques Rousseau, Víctor Hugo, Delaxcroix y Courbet.
La “casa feliz” de Borges en Ginebra
El lago Leman también es conocido como lago de Ginebra. Esta ciudad suiza disfruta de uno de los niveles de vida más elevados del mundo, que se refleja en sus elegantes calles y monumentales edificios, ocupados por bancos, museos, relojerías y galerías de arte. Desde el siglo VII fue la ciudad de los obispos, que impulsaron el desarrollo económico y político. La imagen más asociada a Ginebra es la del lago y su Jet d’Eau, una de las fuentes más singulares del mundo. Situada donde el lago desemboca en el río Ródano, es visible desde toda la ciudad. Dos bombas de 500 kW lanzan quinientos litros de agua por segundo a una altura de 140 metros. El agua sale de la boquilla a una velocidad de 200 km/h. Cuando está en funcionamiento, hay unos 7.000 litros de agua en el aire en cada momento. Los visitantes pueden verse sorprendidos y empapados tras un ligero cambio en la dirección del viento. Convertida en uno de los principales centros financieros y diplomáticos mundiales –Ginebra alberga la oficina de las Naciones Unidas y la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja–, su parte antigua alberga no obstante un encanto especial. Un encanto que sedujo al escritor argentino Jorge Luis Borges, que vivió y murió aquí, y que dejó escrito el mejor eslogan de esta ciudad: “De todas las ciudades del planeta, de las diversas e íntimas patrias que un hombre va buscando y mereciendo en el decurso de los viajes, Ginebra me parece la más propicia a la felicidad”.
La gesta de Nadal en el Museo Olímpico de Lausanne
El Museo Olímpico de Lausanne, a orillas del lago, es una cita obligada para los amantes del deporte y de los valores del espíritu olímpico. Con más de 3.000 metros cuadrados divididos en varias plantas, la exposición está equipada con técnicas de presentación de última generación y destaca por el énfasis volcado en la interactividad y las imágenes. Más de 300 pantallas y mil objetos dan a conocer la historia de los grandes campeones, así como de los participantes menos conocidos, de los impulsores y de los voluntarios. Un “museo 2.0” en el que los más pequeños lo pasan en grande con las pantallas táctiles y de 180 grados y con los ejercicios de equilibrio y destreza que se les proponen. Entre los objetos para buscar por los españoles, las zapatillas con las que Rafael Nadal ganó el oro olímpico en los Juegos de Pekín (2008).
El restaurante preferido de Coco Chanel
La Riviera suiza del Leman tuvo y tiene algo que atrae a los personajes con más sentido de la estética, de la elegancia y el saber vivir. Como Coco Chanel (1883-1971), creadora de la mítica marca de su apellido. La diseñadora francesa pasó los últimos años de su vida en la ciudad de Lausana, en la que ya había residido durante períodos prolongados después de la Segunda Guerra Mundial. Con residencia fija en el Ritz de París, Coco Chanel también vivió en el Beau-Rivage Palace de Lausana antes de adquirir una propiedad en el cercano bosque de Sauvabelin en el año 1966. Rodeada de su personal de servicio, Coco Chanel vivió sola en Lausana, y cuando enfermó recibía tratamiento en la Clínica de Valmont. Aunque murió en París, sus restos yacen en el cementerio Bois-de-Vaux de Lausana. Su tumba está adornada con cinco leones que representan su número favorito y su signo del zodiaco. Dos retos para seguir al mito: encontrar el mini cementerio donde están enterradas sus mascotas cerca del hotel Beau Rivage y almorzar en su restaurante favorito: La Pomme de Pin, en Lausanne.
El pueblo donde se casó Audrey Hepburn
Durante 30 años, la célebre actriz vivió en la localidad de Tolochenaz, donde falleció. De su estancia por esta zona suiza se recuerda especialmente su boda, en segundas nupcias, en el Ayuntamiento de la cercana Morges. En marzo de 2014, la Fundación Bolle, una bella mansión del siglo XVIII, inauguró una sala de exposiciones permanente dedicada a esta ilustre habitante de Morges. Sus seguidores podrán descubrir fotografías inéditas, raros objetos y revistas originales que rinden homenaje a esta actriz enterrada en Tolochenaz. Además de la muestra permanente, tres exposiciones al año narran la historia de esta estrella del cine y famosa embajadora de Unicef, cuyo encanto, bondad y belleza fascinaron a miles de seguidores. Consultar la oferta ”Fin de semana tras las huellas de Audrey Hepburn” que ha sido ideada para los amantes de clásicos del séptimo arte como “Desayuno con diamantes” y “My fair lady” que incluye alojamiento y el disfrute de la excelente gastronomía de esta zona. Con 38 comunas vitícolas que representan un total de 620 hectáreas de viñas, el viñedo de Morges es, con diferencia, el mayor centro de producción de la región del lago Leman. Las numerosas laderas de cultivo de la vid forman un mosaico de colores, aromas y sabores, y producen más de 200 vinos diferentes. Se cultivan 33 variedades de cepas, con predominio de la uva chasselas.
Más mitos en la Riviera del jazz y el glamour
La Riviera del Leman es el exponente del glamour y la belle époque suiza. Las localidades ribereñas del lago destilan encanto y una inequívoca atmósfera de que allí se vive entre bien y muy bien. Hoteles belle époque impresionantes como el mítico Beau Rivage Palace Lausana, los Alpes de fondo como postal de paisaje permanente, la imagen de un lago que cambia de luz y contrastes y se hace nuevo a cada momento, y una zona de viñedos con algunos de los mejores vinos blancos del mundo impulsan a no abandonar, nunca, este lugar.La localidad de Montreux, al Este del lago, guarda la identidad de una ciudad balneario absolutamente lujosa. Cuando en el siglo XIX la aristocracia europea descubrió el cálido microclima del lago y la bonanza del aire de las altas cumbres, comenzaron a edificarse suntuosos hoteles en esa ciudad. También cuenta con exclusivos colegios y sanatorios privados escalonados en la ladera y con espectaculares vistas panorámicas de los Alpes. Muchos personajes célebres encontraron en Montreaux y sus alrededores su particular espacio. El compositor ruso Igor Stravinsky llegó por razones de salud; el pensador Jean-Jacques Rousseau encontró en el lago la inspiración, situando en él un pasaje de su novela “Julia” o “La Nueva Eloísa”.Montreaux es famosa por su festival de jazz, que se celebra en verano desde hace más de un siglo y que acoge a los mejores artistas del momento. Los hoteles de esta localidad suiza han acogido a escritores y músicos como Mary Shelley, Tolstoi, Hans Cristian Andersen y Vladimir Nabokoy. Fedor Dostoievski escribió “El jugador” y “El idiota” en un departamento de Montreux. Incluso se especula con que el compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovsky (que también residió en la zona) se inspiró en el lago Leman para componer “El lago de los cisnes”. Ernest Hemingway escribió algunos capítulos de “Adiós a las armas” en el típico chalé suizo conocido como Pensión de la Forêt, y Oscar Kokoschka también se inspiró en esta región para pintar algunos de sus cuadros más famosos.