Encanto rural en Teruel

Si por algo llama la atención este pueblo es por su yacimiento arqueológico en el que se han encontrado restos del neolítico. Además, esta localidad cuenta con un Castillo Palacio de los Fernández de Heredia, de origen musulmán y declarado Bien de Interés Cultural.

A unos 12 kilómetros de Mora de Rubielos, este pueblo tiene su origen en el siglo XII y, como el anterior, se caracteriza por su yacimiento arqueológico en el que se han encontrado restos de dinosaurios. De hecho, aquí se encuentra la sede de Dinópolis llamada Región Ambarina.

En la comarca de Matarraña este pueblo se caracteriza por su patrimonio medieval de cuando datan numerosos ejemplos arquitectónicos como los antiguos portales de la muralla, el ayuntamiento o la iglesia de la Asunción. Además, posee un patrimonio arqueológico muy rico con varios ejemplos de poblados ibéricos: San Antonio, Tossal Rdó y Els Cstellans.

Ubicado en el  Parque Cultural del Maestrazgo si por algo destaca este pueblo es por su entorno natural y por estar enclavado sobre un promontorio rocoso presidido por un castillo medieval de entre los siglos XIV y XV.

Con apenas 300 habitantes y enclavada entre las montañas de la Sierra de Gúdar, esta localidad estuvo una vez fortificada y de la Edad Media aún quedan restos de su castillo y murallas. Pero si llama la atención por algo es porque su arquitectura se mimetiza con el trazado montañoso en el que se ubica.

Como el anterior, este pueblo de poco mas de 600 habitantes se ubica en la Sierra de Gúdar y es uno de los más altos de todo Aragón ya que se encuentra a 1.471 metros de altura. Mosqueruela se caracteriza por estar situado en un lugar habitado desde la Edad del Cobre. De hecho en sus alrededores hay yacimientos que datan de esta de época, además de las épocas ibéricas y romanas.

La segunda localidad más habitada de Teruel, después de la capital es Alcañiz. Tiene algo más de 16.000 habitantes y un rico patrimonio donde el arte rupestre, la arquitectura medieval, renacentista y modernista pugnan por ser los protagonistas.

Capital de la comarca del Maestrazgo, esta localidad se enclava en un lugar habitado desde el Neolítico pero si llama la atención por algo es por su entorno natural protagonizado por un paisaje abrupto.

Con apenas 120 habitantes, este pequeño municipio cuenta con uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes de Aragón gracias a sus murallas, el convento de las Monjas Agustinas, la iglesia de Santa Margarita, el castillo y varias casas más que datan de entre los siglos XIII y XVII y fueron declaradas Bien de Iterés Cultural en los '80.