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En el interior de este paraíso, El Paso concentra una importante producción artesanal y, lo más interesante, es una de las puertas de entrada al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Superado El Paso, se localiza la carretera que asciende hacia La Cumbrecita, el mirador perfecto sobre la Caldera de Taburiente.
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La capital de la isla es renacentista, aunque tiene una superposición de influencias flamencas, mudéjares y portuguesas. Floreció gracias al comercio de diferentes productos tales como el azúcar obtenido de caña o la exportación de vino, y en el siglo XVI fue el puerto más importante del Imperio tras los de Amberes y Sevilla. En La Palma la vida transcurre en torno a la calle Real, donde se halla su hermoso Ayuntamiento, la iglesia de El Salvador y la plaza de España, así como interesantes casas solariegas
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Entre los barrancos de Garome e Izcagua se alza Puntagorda. Su casco histórico se encuentra enclavado en una hermosa zona de poca pendiente, entre pinos y almendros, a unos 600 metros de altitud. Esta entrañable localidad posee grandes extensiones de frondosos pinares, vegetación de medianías y bosques de Fayal y Brezo. Cuando florecen sus miles de almendros, el espectáculo es único.
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Aquí está la Casa del Maestro, la primera escuela pública que hubo en la localidad. Y aquí, en la madrugada del 8 de septiembre se celebra la Danza del Diablo, una de las fiestas más singulares de nuestro país. Tras pasar Tijarafe se alcanza Hoya Grande y, desde ella se alcanza el Roque de los Muchachos. Desde este formidable pitón volcánico se aprecia en toda su grandeza la Caldera y sus crestas. En el Roque está uno de los observatorios astrofísicos más importantes del mundo.
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San Andrés es un primor donde crecen plataneras y caña de azúcar destinada a la fabricación de ron. Su pequeño núcleo urbano es un escaparate del esplendor que vivió entre los siglos XVI y XVII. Cerca está el misterioso bosque de Los Tilos, un entorno magnífico dominado por el humedal y espesura que caracteriza los bosques de laurisilva. Desde su Centro de Visitantes parten varias rutas que se adentran en los bosques, considerados auténticos fósiles vivientes.