5 enigmas de León
Las Cabezadas
Frente a San Isidoro hay una estatua que representa al abad de la colegiata y al alcalde. Conmemora que en 1.158, tras una grave sequía, sacaron en procesión los restos de San Isidoro y empezó a llover en abundancia. Desde entonces, se obligaba a hacer una ofrenda con la que los ciudadanos no estaban de acuerdo. La discusión se saldó con tres con inclinaciones de cabeza, Las Cabezadas, que se repiten el último domingo del mes de abril.
Mucho yerro
El Palacio de los Guzmanes, fue construido en el XVI por del obispo de Calahorra, Juan de Quiñones y Guzmán, hijo del líder comunero Ramiro Núñez de Guzmán. Su escudo, un caldero del que salen serpientes, y sobre todo, el gran despliegue de herrerías en los ventanales, llamaron la atención del rey Felipe II. El rey, que era enemigo de los comuneros, comentó en tono malicioso, Mucho yerro me parece para un obispo.
Las moscas de Arroyo
Eduardo Arroyo, autor de la escultura conocida como Las Moscas sentenció, “Que sea León quien las juzgue... Yo ya he olvidado todas las maldades y mentiras”. Porque su obra estuvo llena de polémica, y fue calificada como un insulto a la historia y la cultura de León. Parte de la obra del escultor madrileño y raíces leonesas, ha sido catalogada como Bien de Interés Cultural.
Figura sentada con pájaro muerto
La escultura Figura sentada con pájaro muerto, del escultor leones Amancio González, ha sido considerada por muchos como una obra triste. La figura de bronce, ubicada en el Parque de El Cid, también llamado Jardín Romántico, es para muchos un canto a la amistad, y para otros no debería estar en esta zona, tan popular, festiva y de tapeo. Antes de llegar a León, la obra estuvo varios años en el Museo Evaristo Valle de Gijón.