10 pueblos marineros asturianos
Ribadesella
Ribadesella fue uno de los principales puertos asturianos en el siglo XIX y hoy es la capital mundial de las piraguas. Y es que el Descenso Internacional del Sella ha sido catalogado como la única fiesta asturiana de Interés Turístico Internacional. Imprescindible visitar la Cueva de Tito Bustillo, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Ideal para la escalada y la espeleología.
Cudillero
En un paisaje abrupto, como un anfiteatro salpicado de casas coloridas que miran al mar y con playas solitarias, Cudillero tiene un estilo de vida en torno al mar desde hace siglos. Es uno de los pueblos más bonitos de España donde se respira mar y pescado fresco por cada esquina. No hay que perderse el Palacio Selgas y las casas indianas.
Castropol
En la frontera más occidental del Principado se sitúa la señorial Castropol. Aquí se respira el abolengo que le otorga sus muchos palacios y casas blasonadas. Las vistas desde esta preciosa villa son inigualables. Desde el promontorio en el que se alza se divisa la frontera natural entre las comunidades asturiana y gallega.
Puerto de Vega
Está considerado como uno de los pueblos más románticos de Asturias, fuente de inspiración para numerosos artistas e intelectuales. El propio escritor y político Gaspar Melchor de Jovellanos, gijonés de nacimiento, pasó aquí los últimos días de su vida. Sus apenas 2 000 habitantes se desviven por conservar su historia y su bello urbanismo.
Luarca
Sin duda, es uno de los pueblos más bonitos de Asturias, y por supuesto de los más bellos de nuestro país. Luarca tiene numerosas playas de cantos, arenales y rincones increíbles entre acantilados. Se la conoce como la villa blanca de la costa verde ya que el este color puro domina en Luarca. También es famosa por sus casas de indianos y por su Mesa de Mareantes.
Llanes
Este pueblo marinero, que conduce a la cordillera del Cuera y a los Picos de Europa, es ideal para descansar en sus playas. Llanes tiene un casco histórico ideal para perderse entre sus callejuelas y plazoletas. Está cuajado de casonas y palacios. Y desde luego, sus fabes con almejas son imprescindibles.
Tapia de Casariego
Tapia de Casariego fue el primer puerto en el que desembarcó el maíz procedente de América y también ha sido pionera en el deporte de surf en el Cantábrico. Su playa de Anguileiro es el escenario de una de las más afamadas pruebas del Campeonato del mundo de surf. Aquí el mero, la merluza, el percebe y el típico pixín son la quintaesencia del Cantábrico.
Tazones
Con apenas dos centenares de habitantes, este caserío costero posee una playa con huellas jurásicas, y una gran actividad portuaria, no en vano tuvo una gran tradición ballenera. También tiene una gran historia, ya que fue el primer puerto español en el que desembarcó Carlos V cuando vino de Flandes. Sus calles están salpicadas de casas multicolores y sus barrios son conjunto histórico regional.
Luanco
Es la villa más al norte del norte, la más cercana al Cabo Peñas. Luanco está volcada al mar, por lo que ofrece una de las panorámicas más bellas de Asturias tanto desde tierra como desde el Cantábrico. Tiene un pequeño puerto pesquero lleno de sabor, y una gran tradición marinera. Su Museo Marítimo es uno de los más veteranos de nuestro país, y merece un recorrido con calma.