Año nuevo en el Caribe

Abierto en 1962, este sofisticado hotel que se extiende a lo largo de una playa de ocho kilómetros en la isla Paraíso es el favorito de las celebrities por su lujo sin estridencias, su servicio exclusivo y su privacidad. El nuevo año aquí llegará enmarcado por suites de techo abovedado con maderas nobles y suelos de mármol, inmensos jardines con estanques inspirados en Versalles y un Spa de estilo balinés.   

Sea cual sea la preferencia de fiesta, el disfrute está garantizado en este elegante complejo equipado con cuatro restaurantes, un tentador Spa, dos inmensas piscinas y un casino que está abierto las 24n horas del día. Todo ello en una isla que brinda actividades tan divertidas como todo tipo de deportes acuáticos o la práctica de esnórquel y submarinismo en un deslumbrante universo marino. 

La definición del relax está escrita en este hotel perdido en un atolón privado de estas exóticas islas y desparramado a lo largo de una playa virgen. No solo por su galardonado diseño, en el que prima la luz natural, o por su inigualable piscina infinita, sino también por las terapias holísticas, las clases de yoga y una aventura culinaria con menús frescos y personalizados para cada cliente.    

Quienes tengan la suerte de pasar las fiestas en este idílico archipiélago, que sirvió de inspiración a Robert Louis Stevenson para escribir La Isla del Tesoro, hallarán otro tipo de Caribe, más íntimo y solitario. Sobre todo si el alojamiento tiene lugar en este hotel que ocupa un islote privado frente a la isla de Tórtola, donde la sofisticación con aire colonial, integrada en la naturaleza salvaje, saluda a cada paso.   

Al pie de nacaradas playas de aguas turquesas se asienta este hotel emplazado en el catálogo de islotes tropicales que conforman los Cayos de Villa Clara, al norte de Cuba, frente a los que se despliega una importante barrera de coral. Un exclusivo eco-resort cuidadosamente integrado en un entorno virgen que es Reserva de la Biosfera y que, por su diseño de vanguardia, ha sido la gran revelación hotelera de la isla.   

Quienes conciban la fiesta de fin de año como una retirada del mundo y una inmersión en el paraíso hallarán en este hotel de Punta Cana, oculto en el complejo privado de Cap Cana, su refugio perfecto. Porque aquí, donde las aguas del Atlántico se encuentran con las del Caribe dibujando playas de aguas cristalinas, el lujo propio de las riberas francesas e italianas se combina magistralmente con la calidez del trópico. 

Imposible no contagiarse del alma jamaicana en este alojamiento de Montego Bay cuyas espléndidas villas han sido diseñadas por Ralph Lauren en sintonía con la esencia de la isla: ambientes frescos propios del Caribe y amplios ventanales por los que se cuela el océano. Las dos piscinas, el centro wellness situado en una plantación del siglo XVIII y los restaurantes gourmet completan la estancia.   

En esta despampanante reserva del Ritz-Carlton emplazada al norte de la isla la historia está escrita en cada uno de sus muros, fieles a la tradición de la vieja casona en la que se asienta, que data de 1920. Esto y la naturaleza desbordante del sendero Rockefeller Nature Trail, cuajado de árboles y reclamos de este hotel donde recibir el nuevo año. 

Piscinas sorprendentes, cascadas, palmeras que se balancean propiciando brisa... Todo esto conforma el marco de una estancia en este hotel de exquisitas villas, uno de los más valorados en la llamada isla azul. Este lugar con nombre de licor es un paraíso inexplorado del Caribe Sur, a 50 kilómetros de la costa de Venezuela, y un territorio autónomo del gélido reino de los Países Bajos.