Viaje en el tiempo: arte, historia y cultura de Asturias

Asturias es naturaleza, hospitalidad, gastronomía…  Pero, es mucho más. Asturias siempre sorprende y un paseo por su cultura es un viaje en el tiempo a través de los siglos.

Iglesia de Santa María del Naranco (Asturias)

Iglesia de Santa María del Naranco (Asturias).

/ D. R.

Desde los colosales dinosaurios, que habitaron esta tierra e imprimieron sus huellas en la roca a lo largo del litoral, a los primeros pobladores, que al abrigo de las cuevas dieron rienda suelta a manifestaciones artísticas tan primitivas como extraordinarias.

El viaje continúa en la Edad del Hierro a través de poblados fortificados, los castros, y llega hasta el nacimiento del Reino de Asturias, en plena Reconquista, época en la que fructificó el Arte Prerrománico. Este estilo único evolucionó hacia el románico y, posteriormente, hacia el gótico, con la Catedral de Oviedo como máximo exponente, y el barroco, presente en casonas y palacios del siglo XVI.

Estas construcciones se mezclan en el paisaje con ejemplos de la arquitectura popular asturiana y otras manifestaciones asociadas a las tradiciones y costumbres rurales. También, con los vestigios de una revolución industrial que transformó el modo de vida y el horizonte con fábricas, minas, puentes y canales, obras cargadas de historia y simbolismo. Un paisaje que ya en las últimas décadas se ha vuelto a vestir con obras de arquitectura contemporánea como el Centro Niemeyer de Avilés.

La Costa de los Dinosaurios

Huellas de dinosaurio en una playa asturiana

Huellas de dinosaurio en una playa asturiana.

/ D. R.

La costa asturiana guarda el secreto de aquellos habitantes que pisaron sus tierras hace más de 150 millones de años, los dinosaurios. Mayores y pequeños disfrutarán recorriendo el litoral entre las localidades de Gijón y Ribadesella y descubriendo en la roca huellas fosilizadas de sus pisadas -icnitas-. Además, antes o después de iniciar la ruta es parada imprescindible el Museo del Jurásico (MUJA), en Rasa de San Telmo (Colunga). Bajo una gran huella tridáctila y frente a una bella panorámica marítima, se encuentra una de las muestras más completas y didácticas del mundo sobre estos extraordinarios reptiles.

El legado artístico de la Prehistoria

Las cuevas y grutas cuyas paredes lucen arte prehistórico se suceden en el Principado. Cinco de ellas son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Tito Bustillo (Ribadesella), Covaciella (Cabrales), Llonín (Peñamellera Alta), El Pindal (Ribadedeva) y La Peña (Candamo). El acceso a estas cuevas está bastante restringido por lo que una opción estupenda es acercarse al Parque de la Prehistoria de Teverga, un espacio muy experiencial, ameno y divulgativo donde observar fieles reproducciones de las pinturas.

Otra alternativa para echar un vistazo al pasado es acercarse al Museo Arqueológico de Asturias, en Oviedo, donde en solo tres plantas se viaja desde la Prehistoria hasta los albores de la Edad Moderna.

La cultura castreña

Área de Castro Coaña (Asturias)

Área de Castro Coaña (Asturias).

/ D. R.

La cultura castreña, previa a la llegada de los romanos, ha dejado sus vestigios en Asturias, sobre todo en su zona occidental. Los yacimientos actuales engloban los espacios fortificados, con cabañas de planta circular, que estos habitantes levantaban para vivir y protegerse. Así se puede apreciar en el Castro de Coaña (Navia), el Castro de Taramundi, el Castro Chao Samartín (Grandas de Salime) o el Castro de Pendía (Boal), cuatro de los más importantes.

Prerrománico y románico asturiano

La iglesia de Santa María del Naranco, en Oviedo, junto a la cercana San Miguel de Lillo, son los dos iconos de esta arquitectura. Joyas menos conocidas, pero también dignas de admiración, son Santa Cristina de Lena y San Salvador de Valdediós, en el concejo de Villaviciosa.

Entre las 200 muestras del arte románico en Asturias destacan la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, Patrimonio de la Humanidad, y el núcleo románico de Villaviciosa, donde se pueden contemplar interesantes edificios como Santa María Magdalena de los Pandos, San Salvador de Fuentes, Santa Maria de Valdediós y San Juan de Amandi, considerada esta última como la Capilla Sixtina del románico asturiano.

La iglesia de Santa María del Naranco, en la falda del Monte Naranco de Oviedo, constituye el mejor ejemplo de arte altomedieval en Europa. Está declarada Monumento Nacional y Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
La iglesia de Santa María del Naranco, en la falda del Monte Naranco de Oviedo, constituye el mejor ejemplo de arte altomedieval en Europa. Está declarada Monumento Nacional y Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.

La catedral y otras joyas arquitectónicas

La Catedral gótica de San Salvador, en Oviedo, cuya torre es el punto de referencia de la ciudad, comenzó a construirse en el siglo XIV y en su interior se puede visitar la mencionada Cámara Santa y apreciar las reliquias del Santo Sudario, la Cruz de la Victoria, y la Cruz de los Ángeles.

Basílica de Santa María, en Covadonga

Basílica de Santa María, en Covadonga.

/ D. R.

La visita a Covadonga es casi obligada para todo aquel que visita Asturias. Sorprende el paisaje y su circuito monumental, con la Basílica, de estilo neorromano, y la Santa Cueva, donde se encuentra la imagen de la Virgen de Covadonga y la tumba de Don Pelayo.

El listado de imprescindibles lo completan desde imponentes monasterios como los de Corias y Santa María de Villanueva de Oscos, a teatros como el Riera de Villaviciosa, o palacios como la Quinta de Selgas en El Pito, Cudillero, llamado el pequeño Versalles asturiano.

La mina y el Patrimonio Industrial

La tradición minera y siderúrgica de Asturias es hoy uno de los atractivos de la región. Nada mejor para sumergirse en la historia del carbón que recorrer las salas expositivas del Museo de la Minería y de la Industria de Asturias (MUMI), en el Entrego. O acercarse al antiguo poblado minero de Bustiello y al Ecomuseo minero de Samuño, donde podrán subirse al tren que transportaba el carbón extraído de las explotaciones. La Mina de Arnao (Castrillón) es el único ejemplo de mina submarina en toda Europa y en el Pozo Sotón, en San Martín del Rey Aurelio, pueden bajar a las profundidades de un pozo en activo.

Otras paradas en este paseo por el patrimonio industrial de Asturias serían el Salto Hidráulico de Salime; la fábrica de sidra El Gaitero, en Villaviciosa; El Museo de la Siderurgia (MUSI), en una antigua planta de Duro Felguera, en Langreo, y el Museo del Ferrocarril, ubicado en la antigua Estación del Norte de Gijón.

Costumbres y tradiciones

Mas allá de la mina y la siderurgia, los hábitos y costumbres más arraigados en esta tierra tienen su espacio en el Muséu del Pueblo d’Asturies, en Gijón; el Museo de la Sidra, en Nava; el conjunto etnográfico de Os Teixóis, en Taramundi; el Museo Etnográfico del Oriente de Asturias, en Llanes; el Museo Marítimo de Asturias, en Gozón; la Fundación Archivo de Indianos – Museo de la Emigración, en Ribadedeva; o el museo de la Escuela Rural de Cabranes.

También destacan el Ecomuseo de Somiedo, el Museo Vaqueiro de Asturias (Tineo), el Museo de la Madera de Caso, el Muséu Etnográficu de la Llechería, en La Foz (Morcín), y el Centro de Interpretación del Hórreo, en Bueño.

Con mucho arte

Más de 15.000 piezas, del siglo XIV a la actualidad, componen la mayor colección de arte del Principado, que pertenece al Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo. Pinturas, esculturas, grabados, fotografías… de Dalí a Goya, El Greco, Murillo, Tàpies o Barceló integran esta compilación abierta. Todo ello al abrigo de tres edificios de gran valor arquitectónico.

Y no podemos dejar el Principado sin destacar el Centro Niemeyer, la única obra en España y una de las pocas en Europa del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer. Inaugurado en 2011, la música, el cine, el teatro, la danza, las exposiciones, o la palabra son los protagonistas de una programación cultural multidisciplinar.

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