¿Qué ver en Ibiza en invierno? Todos los encantos de la mayor de las Pitiusas
La mayor de las Islas Pitiusas es un verdadero placer en invierno: calas sin gente, rutas de senderismo y buen clima. ¿Qué más podemos pedir?
Con la llegada del invierno Ibiza se transforma en una isla completamente diferente, el buen clima no abandona a las Baleares por lo que podremos seguir disfrutando de todos sus encantos, pero sin grandes aglomeraciones.
Muchos pensarán que solo es el recuerdo de lo que queda del verano y en parte es cierto, pero esto no quita que otra belleza salga a la luz cuando los miles de turistas vuelven a sus hogares. Los viajeros podrán pasear por las playas y las calas más espectaculares sin decenas de personas alrededor o contemplar tranquilamente el atardecer.
Eivissa
El casco antiguo de la ciudad de Ibiza es uno de los puntos históricos más impresionantes de la isla Pitiusa. Podremos caminar entre sus blancas calles conociendo los entresijos de capital y sus más de 2.000 años.
Seguiremos subiendo hasta la parte más alta de la ciudad, mejor conocida como Dalt Vila, donde podremos observar desde la altura las murallas que la defienden y las antiguas puertas que la protegen. Y al llegar la noche podremos observar como las blancas casas se tiñen de naranja al esconderse el sol en uno de los atardeceres más bonitos del mundo.
Y más...
Los amantes de la historia y el arte tienen una parada más en Evissa porque aquí se encuentran algunos de los museos más interesantes de la isla. En Puig des Molins se sitúa una de las necrópolis más importantes del mediterráneo occidental, con restos muy bien conservados de los fenicios que habitaban Ibiza a mediados del siglo VII a.C. También hay otros museos como el de Arte Contemporáneo o el Puget.
Naturaleza
Las aguas cristalinas y las blancas playas están vacías durante el invierno así que podremos disfrutar de las calas más bonitas de Ibiza sin gente. Algunas de estas maravillas abarrotadas en verano que podemos conocer con calma son Cala Salada y Cala Saladeta o Cala Vadella, que está rodeada de un hermoso entorno natural.
Si viajamos entre mediados de enero y febrero podremos disfrutar de uno de los espectáculos naturales más bellos. Los almendros florecen en estas fechas e Ibiza se tiñe de blanca para dar la bienvenida a un nuevo año.
Senderismo, rutas en bici…
Ibiza cuenta con muchas rutas a lo largo de todo su territorio aptas para todo tipo de aventureros. Los amantes del senderismo pueden encontrar rutas como Es Broll, un camino para deleitarse con los paisajes y la belleza rural, comienza en Forada y recorre parte del interior de la isla. Aunque también podemos encontrar Cap des Falcó o la Subida al Infierno.
Para los ciclistas más experimentados hay todo tipo de recorridos, algunos de los mejores son los que salen desde la Cala de Sant Vicent para los más experimentados y para los aprendices una ruta circular de poca más de 30km desde Sant Jordi de ses Salines.
Fin del día
Algunos de los atardeceres más bonitos del mundo suceden en esta Isla Balear por eso tenemos que viajar más de un finde semana para poder ver la puesta de sol tras la Isla de Es Vedra o desde la Badia de Portmany.
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