El único pueblo sin asfaltar de España parece sacado del oeste, es precioso y tiene uno de los lugares de peregrinación más importantes del mundo
Podríamos pensar que hemos viajado por un momento al oeste, pero no. Este pueblo es uno de los lugares más visitados del sur gracias a la peregrinación de su famosa virgen.

Hay un pequeño pueblo de España que, a pesar de contar con una población bastante reducida, llega a albergar uno de los eventos más importantes del sur de nuestro país. La morfología de este pueblo puede sorprender una vez que se entra en él: aquí no hay carreteras ni calles que formen el entresijo del pueblo, todo está diseñado para que sean los caballos los que puedan transportar a las personas. Por eso, da la sensación de que, con sus edificios de blanco puro y su aspecto bañado por arenisca, hemos viajado al oeste sin querer.
Es la devoción a una Virgen lo que hace que el pueblo se llene de gente y las calles sean una festividad constante, llenas de carromatos, de vestidos con vuelo y de hombres con traje y sombrero. Vivir esta experiencia no se compara con ninguna otra y conocer este pequeño pueblo blanco, entrelazado a la santidad de una Virgen, es imprescindible.

Trasladarse a un viejo pueblo del oeste americano sin haber salido de la península
Nos situamos en el municipio de Almonte, ubicado en la provincia de Huelva. Aquí, a las puertas de uno de los parques nacionales más importantes del sur —el parque de Doñana— encontramos una pequeña aldea fundada ya muchos siglos atrás y que está íntimamente ligada a la tradición e historia. Es quizás conocida por su fiesta popular, un momento de peregrinación para más de 1 millón de personas. Sin embargo, es su estructura, arquitectura y cultura lo que más sorprende al viajero una vez que entra en la aldea. Casas blancas, suelos de arenisca… parece que nos hemos trasladado a un viejo pueblo del oeste americano sin haber salido de la península.

Estamos hablando de El Rocío, una aldea que, con apenas 1.700 habitantes, es considerada un lugar protegido, nombrado Bien de Interés Cultural de España y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y es que El Rocío no solo reúne interés turístico debido a su especial arquitectura, sino que es su tradición, unida a la cristiandad, lo que más proyección le aporta internacionalmente.

Porque, si hay un símbolo cristiano que destaque por encima de todos los edificios y casas del Rocío, esa es su ermita. La Ermita del Rocío va unida a su leyenda: un cazador de la zona, hace ya mucho tiempo, se encontró con la imagen de una Virgen en el bosque de Las Rocinas. Esto —que llegó a oídos del rey por aquel entonces— caló muy hondo en la mente del Alfonso X el Sabio, que mandó construir un santuario que albergase la imagen y que fuese equivalente a la belleza del busto. Sin saberlo, había creado una de las peregrinaciones más importantes del sur de Andalucía: la peregrinación de la Virgen del Rocío, más conocida como la Romería. Esta celebración tiene lugar el fin de semana de Pentecostés y reúne a más de 1 millón de peregrinos que llenan las calles de carros tirados por caballos, canciones y vida en este precioso pueblo.

Un entramado urbano fascinante
Sin embargo, lo que más fascina del Rocío es el entramado urbano que tiene. El pueblo ha ido recogiendo influencias, las de las Américas, por lo que podemos agradecer ese aspecto de oeste que tiene. Podemos diferenciar dos grandes calles conocidas como los caminos del Puente del Rey y el de Los Llanos, que conectan el pueblo con la ermita. A su alrededor, un montón de calles secundarias forman un cuadrado, el cual puede albergar hasta 10 plazas o parques, a cada cual más bonito que el anterior. Con sus típicas casas blancas andaluzas y su preciosa ermita, El Rocío está considerado como un sitio histórico de nuestro país.

A pesar de su estilo estadounidense, no nos olvidemos de que aquí no estamos en un plató de Hollywood. Tras recorrer todos los entramados del precioso Rocío, lo mejor que se puede hacer es buscar un restaurante en el que degustar alguna de la comida más típica del sur de la península. Quizá el sitio más destacado para hacer esto sea La Taberna de Manuela, un restaurante de comida mediterránea elaborada de manera casera en un ambiente ideal: al lado de la ermita de la Virgen del Rocío.
Síguele la pista
Lo último
