Toscana parece, España es: el precioso pueblo que está arrasando y que es perfecto para Semana Santa
No hace falta montarse en un avión para visitar pueblos preciosos con paisajes espectaculares la próxima Semana Santa.

La Toscana italiana se ha convertido en un destino romántico por excelencia en toda Europa. Uno de esos que tachar de todas las listas de los lugares más bonitos que visitar antes de morir. El encanto de esta comarca, la puerta de entrada a ciudades como Florencia o Siena, recae en la belleza de los pintorescos pueblos que lo componen, el entorno salpicado de viñedos y las joyas artísticas de origen medieval.
Sin embargo, también es uno de esos destinos que, por desgracia, está sufriendo las visitas masivas de los viajeros. Pero no hay que preocuparse: hemos encontrado su sustituto en España. Mucho más cerca, más asequible y menos concurrido. Es ideal para hacer una escapada en Semana Santa, que está a la vuelta de la esquina, para aquellos que busquen un destino donde desconectar del día a día.

El pueblo de la Toscana española
Nos montamos en el coche y nos dirigimos hacia Tarragona, concretamente a la Ribera d'Ebre. Allí nos encontramos con un pequeño pueblo de unos 680 habitantes bañado por las aguas del Ebro. Se trata de Miravet, el pueblo de la Toscana a la española conformado por un precioso casco antiguo, casas construidas en piedra y con fachadas multicolores y un gran castillo templario contemplando las vistas desde lo alto.

Esta fortaleza del siglo XII es una de las más llamativas de la población. Antes de adentrarnos en Miravet lo podemos observar sobre una colina, y desde allí se vislumbra un espectacular paisaje gobernado por el río. Se erigió sobre una antigua estructura andalusí y hoy es considerado uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar templaria de toda España, contando con una gran importancia durante la época medieval.

Aquellas historias de caballeros que parecen quedar tan atrás en el tiempo reviven de nuevo en el casco antiguo, más conocido como Cap de la Vila. Tan solo hay que dirigirse hacia la zona bajo el castillo para dar con él, donde las viviendas parecen nacer de la roca de la montaña. En una de sus calles se erige la iglesia vieja renacentista, que antes era una mezquita árabe, y a los pies del agua se pueden contemplar los llaguts, embarcaciones típicas de la zona.
Gastronomía, tradiciones y naturaleza
Pero la tradición más pura se comprueba a través de la gastronomía. La Ribera d'Ebre cuenta con platos tradicionales como la clotxa -pan con tomate, ajo y arenque- o la coca de recapte -empanada rellena de butifarra o escalivada de sardinas-, típica de Semana Santa. Trece siglos de historia empapan todos los rincones de Miravet, y eso se nota también a través de su otra gran maravilla, el entorno natural.

Su paisaje alcanza una belleza suprema durante la primavera, la época en la que se suele celebrar la Semana Santa, y el clima se vuelve mucho más agradable. Para los amantes del senderismo, se recomienda la Ruta de las 3Ces, mientras que para los apasionados de la geología, mejor visitar las Cuevas Meravelles en Benifallet. Aunque donde se puede contemplar la naturaleza en su máximo esplendor es en la Reserva Natural de Sebes.
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