Las termas de Andalucía que tienen aguas medicinales reconocidas internacionalmente: son del siglo XVII y están en uno de los paisajes más bonitos de España
Escondido entre montañas, este precioso pueblo es importante y conocido gracias a sus aguas y, por supuesto, a su encantador entorno natural.

Las aguas termales llevan utilizándose desde hace siglos y siglos. Se cree que incluso mucho antes de los romanos se tenía conocimiento sobre sus propiedades medicinales y terapéuticos, y los humanos más primigenios se encomendaban a ellas para curar algunos males a los que no les encontraban explicación (es decir, la mayoría). Pero cuando más se usaron fue durante la ocupación romana y, posteriormente, en la Edad Moderna.
En España hay un gran número de manantiales cuyas aguas son aptas para este uso y muchas de ellas estaban ya descubiertas muy al inicio de los tiempos. De hecho, ciudades como Ourense en Galicia y pueblos como Lanjarón en Granada encuentran su historia muy ligada al agua. Su historia con las aguas medicinales se remonta a finales del siglo XVII, cuando empezaron a estudiarse como un elemento novedoso en la ciencia, y se consolidó en el XIX.
Uno de los balnearios con más historia de la Alpujarra granadina
Está ubicada en las laderas de Sierra Nevada, entre el Valle de Lecrín y la Alpujarra. El nombre de la localidad proviene del árabe y se traduce como "campo o lugar abundante en charcos, fuentes o lagunas de agua". Cuenta con más de 50 manantiales en la loma de la Bordaila, entre los ríos Salado y Lanjarón, donde está el balneario más famoso, que se construyó en 1928, aunque su desarrollo fue mucho más lento y comenzó el siglo anterior.

En los inicios, el balneario pertenecía a la villa, pero se desamortizó en 1865 y, a partir de entonces, comenzó a funcionar de manera privada con diferentes titulares a lo largo de su historia. Fue entonces cuando se inició su desarrollo como establecimiento curativo y de recreo, e impulsó el turismo como una nueva actividad económica. Se hace uso de las aguas de los manantiales de la Capuchina, la Capilla, la Salud y el Baño.
Más allá de los balnearios, en Lanjarón también hay fuentes históricas como el Pilar de Santa Ana, el de las Calenturas o el Pilarillo Chato. Existe incluso una ruta por los pilares y fuentes de Lanjarón -en total hay 22-. Todas sus aguas son potables y en todas hay un verso de un poeta reconocido escrito en un azulejo, siendo Federico García Lorca uno de los grandes protagonistas. Antiguamente, estos lugares servían también como punto de encuentro para los vecinos.
El entorno natural de Lanjarón
Además de por el agua, Lanjarón es conocido por sus preciosos paisajes de alta montaña. Se considera la puerta de la Alpujarra y está rodeado por el relieve del Tajo Colorao. El Parque Natural de Sierra Nevada, además, es un espacio muy valioso, con paisajes vírgenes, lagunas glaciares, bosques de pinsapos y una enorme variedad vegetal única en Europa. Casi todo el territorio de la Alpujarra forma parte de este espacio, Reserva de la Biosfera por la Unesco.

Desde el balneario se pueden realizar muchas rutas. Entre ellas cabe destacar la ruta circular del Parque El Salado - Castillo - Balneario de 3 kilómetros, perfecta para hacer en familia y sin salir del núcleo urbano. También la del Castillo de Lanjarón - Tajo Colorao de 7,6 kilómetros que ofrece unas vistas espectaculares sobre el pueblo y la sierra. O la que llega a la ermita del Tajo de la Cruz, de 5,2 kilómetros hasta un precioso edificio con mucha historia.
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