En Alfaro, localidad romana, barroca y renacentista, más de 100 parejas de cigüeñas han tomado el tejado de la Colegiata de San Miguel. No olviden sus prismáticos porque es habitual ver a las garzas, los cormoranes, los mirlos, los milanos, las abubillas y los martines pescadores. En verano, cuando las más jóvenes empiezan a volar, la Colegiata puede llegar a albergar más de 400 aves.

Este vergel no es sólo para disfrutar de los placeres ornitológicos. A las orillas del Ebro no es difícil divisar visones europeos, nutrias o incluso zorros, conejos y jabalíes. Destacan por su belleza y diversidad los sotos de La Duquesa y el de Morales, paraísos de fauna y flora de ribera.