Siega Verde, el desconocido Patrimonio de la Humanidad de la provincia de Salamanca

Viajamos hasta la comarca de Ciudad Rodrigo para llevarnos una gran sorpresa

Siega Verde, Salamanca

Río Águeda a la altura de SIega Verde

/ José Miguel Barrantes Martín

A poca distancia de la frontera lusa y al sur del Parque Natural de Arribes del Duero, en la provincia de Salamanca, nos topamos con un lugar de una importancia y valor extraordinario que aún permanece como un punto turístico de minorías.

Siega Verde, el conjunto más excepcional al aire libre del arte paleolítico en la península ibérica, en paralelo con el yacimiento del Valle del Coa en Portugal, con el que comparte la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, representa la oportunidad de contemplar de primera mano las primeras manifestaciones del arte como expresión del ser humano.

Arco del puente de La Unión

Arco del puente de La Unión 

/ José Miguel Barrantes Martín

Un sitio arqueológico único en un entorno espectacular presidido por el curso del río Águeda. Prehistoria y naturaleza en una simbiosis perfecta lista para ser descubierta.

Uno de los mayores conjuntos de arte paleolítico al aire libre de Europa

Ciudad Rodrigo da nombre a una comarca histórica enmarcada en la parte sur occidental de la provincia de Salamanca. Una amplia extensión de territorio cuyo río más importante es el Águeda, el último tributario del curso fluvial del Duero antes de penetrar en los dominios portugueses.

El río Águeda, en su discurrir por tierras salmantinas, atraviesa la subcomarca de Campo de Argañán, y en uno de los pocos vados naturales que presenta su cauce, entre las localidades de Castillejo de Martín Viejo y Serranillo, se localiza uno de los mayores conjuntos de arte paleolítico al aire libre de toda Europa y el más importante de la península ibérica.

Centro de visitantes Siega Verde

Centro de visitantes Siega Verde

/ José Miguel Barrantes Martín

Justo donde el puente de La Unión hace acto de presencia para unir las dos orillas que separan las aguas vivaces del río Águeda en este punto, aparecen en las rocas de esquisto cientos de grabados que fueron realizados en el Paleolítico Superior, con algunos de ellos remontándose hasta los 20000 años de antigüedad.

A lo largo de un kilómetro, principalmente en la orilla izquierda, han sido catalogados alrededor de 650 grabados formando, junto con las representaciones rupestres del vecino Valle del Coa, al otro lado de la frontera, uno de los conjuntos de este tipo más relevantes del continente. Motivo suficiente para estar incluidos ambos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Grabado en Siega Verde

Grabado en Siega Verde 

/ Facebook de la Fundación Siega Verde

Todo comenzó con un caballo

Siega Verde fue puesto en valor en una fecha relativamente reciente, en 1988, cuando Manuel Santonja, el por entonces director del Museo de Salamanca, encargado de realizar el inventario arqueológico provincial, se enteró a través de un pastor de la existencia del grabado de un caballo debajo del puente de La Unión.

Al llegar allí y reconocerlo, pronto se dio cuenta del enorme hallazgo, pues con mucha probabilidad se trataba de una representación procedente del Paleolítico.

Conocido hoy como “el caballo del descubrimiento”, fue solo el primero de un sinfín de grabados identificados a lo largo de este tramo del río próximo al puente.

Puente de La Unión

Puente de La Unión 

/ José Miguel Barrantes Martín

Años después, en 1995, los descubrimientos del Valle del Coa dieron el empujón definitivo a Siega Verde para confirmar su gran antigüedad, refrendándose con diversos estudios que han confirmado su enorme valor e importancia.

Ya en el siglo XXI, veintidós años después de su descubrimiento, esta estación rupestre fue reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, uniéndose al conjunto del Valle del Coa.

Un total de 91 paneles, con hasta 443 representaciones de fauna catalogadas y aproximadamente otras 200 con grabados antropomorfos, esquemáticos o de forma indeterminada, conforman este gran conjunto de arte del Paleolítico Superior al aire libre que las sociedades cazadoras y recolectoras de aquel periodo dejaron plasmadas en las rocas de esquisto en la orilla del río.

Puente de La Unión y Centro de Visitantes junto a Siega Verde

Puente de La Unión y Centro de Visitantes junto a Siega Verde

/ José Miguel Barrantes Martín

Una estación rupestre que, junto con otros hallazgos de la década de los ochenta, como los de Domingo García, Mazouco y Piedras Blancas, fue de los primeros descubrimientos de yacimientos a la intemperie de la península ibérica, dando un vuelco a las teorías preexistentes que circunscribían estas representaciones paleolíticas al interior de las cavernas, influenciadas por descubrimientos tan célebres como el de las pinturas de Altamira.

Hoy en día, gracias a la puesta en valor de Siega Verde, que se ha llevado a cabo desde los años noventa, podemos disfrutar de la visita a un conjunto excepcional, compuesto por un itinerario que nos conduce por 14 paneles seleccionados con los grabados paleolíticos más icónicos y representativos, en los que predominan los caballos, los uros, los bisontes o los renos.

Grabado sobre la roca en Siega Verde

Grabado sobre la roca en Siega Verde 

/ Facebook de la Fundación Siega Verde

Un recorrido en un paraje al aire libre idílico, con la imponente estampa del puente, el río Águeda discurriendo entre los afloramientos y unas formaciones rocosas que tienen su génesis 540 millones años atrás, con morfologías erosivas tan llamativas como las “marmitas de gigante”.

Además, un Centro de Recepción e Interpretación, situado junto al yacimiento, nos presenta y explica, de manera didáctica, todos los detalles de este lugar poco conocido aún pero de imprescindible visita en la provincia de Salamanca.

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