Santa Cruz de La Palma, el edén de la Isla Bonita donde se para el tiempo

No hace falta un Delorean ni una máquina del tiempo para viajar al pasado. Si nos trasladamos a Santa Cruz de La Palma, el viajero disfrutará de una pequeña ciudad de ambiente colonial con aires marineros.

Una colorida calle de Santa Cruz de la Palma

Una colorida calle de Santa Cruz de la Palma

/ zoom-zoom

La isla bonita, como se conoce a la isla canaria de La Palma, tiene mucho que ofrecer. Dejamos atrás la erupción del volcán Cumbre Vieja y hoy nos detenemos en su capital, Santa Cruz de La Palma. Proponemos un paseo por sus callejuelas de aires coloniales con balcones coloridos repletos de flores; también vamos a degustar sus famoso estofado de cabra o las rapaduras, dulces típicos de la zona. Y, no podemos finalizar esta visita sin descubrir su mercado de abastos o el Museo Naval Barco de la Virgen.

Plaza de España con la iglesia de El Salvador, Santa Cruz de La Palma

Plaza de España con la iglesia de El Salvador.

/ ATGImages / ISTOCK

Santa Cruz de La Palma se encuentra situada en la vertiente oriental de la isla de La Palma, entre el Risco de la Concepción y el Barranco Seco. La ciudad, de 43 kilómetros cuadrados de extensión, ha sido declarada en su totalidad como Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico-Artístico. Y, con esta carta de presentación, hasta el viajero más exigente, quedará gratamente sorprendido. Además, llegar hasta allí, nunca ha sido más fácil.

Calle Real, arteria principal de la ciudad

Pasear por la calle Real de Santa Cruz de La Palma es un regalo para el visitante; recorrerla de norte a sur es una forma de empaparse de las tradiciones, la historia y la cultura de la ciudad. También, uno de sus tramos, se conoce como calle O’Daly, en homenaje al comerciante irlandés que propició la caída del régimen de gobierno de los regidores perpetuos y que consiguió que Santa Cruz fuese la primera ciudad española en celebrar elecciones municipales por sufragio en 1773.

Con un estilo colonial y fachadas de vivos colores, pasear por la calle Real es un auténtico regalo para los sentidos. Hay innumerables plazoletas en las que pararse a descansar y callejones en los que degustar un dulce típico de la gastronomía palmera.

Coloridos balcones en Santa Cruz de la Palma

Coloridos balcones en Santa Cruz de la Palma

/ Orietta Gaspari / ISTOCK

Entre los edificios más majestuosos se encuentran la Casa Salazar, la Casa Sotomayor o la casa Massieu Tello de Eslava, magníficas muestras de la arquitectura tradicional palmera de los siglos XVI, XVII y XVIII.

La calle Real desemboca en la Plaza de España, centro neurálgico de Santa Cruz y considerada por muchos el mejor conjunto de estilo renacentista de Canarias. Imprescindible admirar la escultura de bronce del sacerdote Manuel Díaz, la fachada del Ayuntamiento o la Iglesia de El Salvador.

Plaza de la Alameda y Museo Naval

Si nos dirigimos hasta el puerto, llegaremos a la Plaza de la Alameda. Allí se sitúa el Museo Naval de Santa Cruz de La Palma, que alberga una valiosa colección de objetos históricos relacionados con el sector naval; desde cartas o instrumentos de navegación hasta maquetas que nos ofrecen una amplia visión de la historia de la ciudad.

Es posible subir a una réplica de la carabela Santa María, Santa Cruz De La Palma

Es posible subir a una réplica de la carabela Santa María

/ MichaelUtech / ISTOCK

Y, atracada, se encuentra una réplica exacta de la carabela Santa María, que conviene visitar, ya que en su interior se puede disfrutar de diversas exposiciones y de una panorámica única del puerto.

También en esta zona, los amantes de la fotografía, tienen parada obligada en la Avenida Marítima gracias a las innumerables casitas pintadas en tonos vistosos y con unos maravillosos balcones de madera repletos de flores que constituyen una de las imágenes más icónicas de Santa Cruz.

Mercado de Abastos, La Recova

No hay manera más efectiva de tomarle el pulso a una ciudad que visitar su mercado de abastos. En el caso de Santa Cruz de La Palma, se llama La Recova y en él se pueden adquirir a un precio excepcional algunos de los manjares que hacen de la gastronomía palmera una oda al buen gusto.

Ubicado en el antiguo hospital de Dolores, destaca por su arquitectura neoclásica y cuenta con un lucernario central, que aporta luz natural a todo el recinto. Y, como consejo, conviene visitarlo sin hambre o se corre el riesgo de sucumbir a todas las especialidades canarias que allí se ofrecen.

Mercado de Santa Cruz de La Palma

Mercado de Santa Cruz de La Palma

/ JJFarquitectos / ISTOCK

Resulta imprescindible el queso blanco canario, que asado y aderezado con mojo verde es una delicia. También hay puestos que venden carnes y pescados de la zona. En el caso de los primeros, la cabra es el plato estrella, aunque a algunos comensales les puede resultar algo fuerte de sabor. Y, con respecto a los pescados, merece la pena probar la viejita o el alfonsino, ambos peces de roca que forman parte de la dieta de forma habitual.

Con respecto a los dulces, la rapadura es exquisita, con su característica forma cónica, y elaborada a base de miel de caña, gofio, azúcar, almendra, canela y limón. Otras opciones típicas de la zona son los marquesotes o el queso de almendras.

Molinos de Bellido

Si salimos del centro de Santa Cruz y nos apetece disfrutar de un paraje natural, una excursión a los molinos de Bellido puede ser una fantástica opción. Son un conjunto de edificaciones del siglo XVI que servían principalmente para la molienda de gofio y otros cereales. Para acceder, debemos tomar la Avenida del Puente hasta llegar al túnel. A partir de ahí, el camino se encuentra bien señalizado y las vistas son espléndidas.

La Ruta del agua no es recomendable si el viajero tiene algo de vértigo.

La Ruta del agua no es recomendable si el viajero tiene algo de vértigo.

/ VFKA / ISTOCK

En su día llegaron a existir 13 molinos con forma de torreón. Actualmente, quedan 4 en pie y suponen el inicio de un camino conocido como Ruta del Agua. Eso sí, aquellas personas que sufran vértigo podrían tener algunas dificultades, ya que el sendero es estrecho y en algunos tramos no tiene quitamiedos.

Miradores, playas y otros barrios de interés

Si hablamos de obtener las mejores vistas, también resultan imprescindibles un par de miradores: el de la Concepción, ubicado sobre el cráter de la Caldereta y el situado en el paseo marítimo de Los Cancajos.

Con respecto a las playas, la de Santa Cruz, supone una verdadera obra de ingeniería, ya que es artificial. De hecho, se finalizó en 2017, dotando a la ciudad de una inmensa playa de 1200 metros de largo y más de 80 de ancho de arena volcánica negra. Apenas tiene oleaje, lo que la convierte en ideal para los bañistas más pequeños o inexpertos.

Los miradores son perfectos para obtener una perspectiva de la ciudad.

Los miradores son perfectos para obtener una perspectiva de la ciudad.

/ Anibal Martel / ISTOCK

Por último, para el explorador que cuente con días extra para conocer Santa Cruz de La Palma a fondo, merece recorrer el barrio de La Canela, que debe su nombre al olor de canela que se desprendía en los obradores que elaboraban dulces típicos de la zona o el barrio de San Telmo, en el que se conjugan a la perfección ejemplos de arquitectura urbana y rural. Se puede acabar la visita en la propia Plaza de San Termito y su Ermita de La Luz.

Fiestas lustrales de la Bajada de la Virgen

Y no podemos terminar este recorrido por Santa Cruz sin hablar de una de sus festividades más destacadas: las fiestas lustrales de la Bajada de la Virgen.

Estos festejos se celebran cada cinco años desde 1680 e incluyen la Danza de los Enanos, espectáculo declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Las fiestas de la Bajada de la Virgen destacan por su Danza de los Enanos, un espectáculo que solo es posible admirar cada 5 años. 

Las fiestas de la Bajada de la Virgen destacan por su Danza de los Enanos, un espectáculo que solo es posible admirar cada 5 años. 

/ Flavio Vallenari / ISTOCK

Para venerar a la patrona de la isla de La Palma, cada cinco años, entre los meses de junio y agosto, se celebra la Bajada de la Virgen de las Nieves. El último domingo de junio se realiza una romería en la cual sus habitantes, vestidos con trajes tradicionales, bajan el trono de la Virgen desde su santuario hasta la Iglesia de El Salvador. Así se da el pistoletazo de salida a la Semana Chica, que incluye actos como la Pandorga, un desfile nocturno por el centro de la ciudad en el que los niños portan faroles de papel de colores y bailan al son de la música.

Síguele la pista

  • Lo último