San Lorenzo de El Escorial: Arte, Naturaleza y Gastronomía

Realizar una visita a la ciudad constituye un plan ideal. Además, es posible llegar directamente en un tren de cercanías desde la capital, aunque también existe una opción de desplazamiento diferente: el enfoque turístico que ofrece el Tren de Felipe II, cuya construcción data de los años 40, y que permite disfrutar, durante el trayecto, del bello paisaje de la Sierra de Guadarrama.

La ciudad ofrece al turista una amplia gama de placenteros y variados planes, por lo que se recomienda un viaje/escapada de al menos dos o tres días, para poder descubrir todo lo que la ciudad tiene para ofrecer.

Conviene recordar que su famoso Monasterio de El Escorial fue calificado como la octava maravilla del mundo en el siglo XVIII, representando, además, un bien cultural único que ejemplifica el espíritu creador del hombre. De hecho, el Monasterio y Sitio de San Lorenzo de El Escorial son reconocidos por la UNESCO como Patrimonio Mundial desde el año 1984. Es uno de los cinco enclaves, dentro de la Comunidad de Madrid, que han recibido dicha clasificación, junto al Paisaje de la Luz en la capital, la Universidad y el centro histórico de Alcalá de Henares, el Paisaje Cultural de Aranjuez y el Hayedo de Montejo. 

Una ciudad con mucho que ofrecer

San Lorenzo de El Escorial se encuentra situada en pleno corazón de la Sierra de Guadarrama, y en su interior el visitante podrá descubrir, los 365 días del año, un patrimonio arquitectónico exclusivo, un entorno natural privilegiado y una rica propuesta cultural. Sus calles ofrecen visitas guiadas caracterizadas, rutas urbanas y naturales, exposiciones, conciertos, cursos de verano, etc.

Tampoco hay que olvidar el entrañable componente de fantasía que alberga el Monasterio, que además de ser una joya arquitectónica, está envuelto en misterio, leyendas e historias. Según una de las más conocidas, el Monasterio se encontraba situado en una puerta al infierno. Pero dejando a un lado las historias y las leyendas, dentro de la ciudad el visitante podrá deleitarse con una serie de lugares de indudable patrimonio cultural, histórico y natural.

Una opción perfecta para disfrutar del turismo de naturaleza consiste en visitar el Bosque de la Herrería y el Paraje Pintoresco del Pinar de Abantos, espacio natural protegido, ubicado a 2,5 kilómetros del núcleo urbano. Para descubrir más información sobre el entorno ambiental, también se puede visitar el centro Insect Park.

Sin dejar de lado la naturaleza, otras opciones son las rutas de senderismo alrededor del monasterio, que permiten disfrutar del bello entorno. También destacan las preciosas vistas que se pueden vislumbrar desde el mirador conocido como la Silla Felipe II.

En un contexto diferente, paradas obligatorias son la Lonja, el Jardín de los Frailes, la Casita del Príncipe y la Casita del Infante. Por otro lado, para conocer y disfrutar del conjunto histórico-artístico de San Lorenzo de El Escorial, las visitas a realizar son la Casa de los Oficios, la Casa de los Infantes y de la Reina, el Real Coliseo Carlos III y la Casa de la Compañía.

Ocio, cocina y lugares cercanos

En caso de coincidir u organizar fechas, hay excelentes opciones turísticas, como el Belén Monumental en Navidad o la Semana Santa.También existen opciones de ocio deportivo, como el Real Club de Golf La Herrería, o lugares cercanos que permitan alargar la estancia, como una visita al Parque Nacional de Guadarrama y toda su área de influencia. De camino a Madrid, y con el objetivo de darse un capricho, también es posible hacer una parada en Las Rozas Village.

Aunque en este apartado queremos destacar el excelente turismo gastronómico que puede realizarse en la ciudad. Esperan al visitante una gran variedad de embutidos (jamón serrano, chorizo, quesos con denominación de origen, etc.), así como otros productos a degustar como la tortilla de patata, mollejas a la plancha, los calamares a la romana, etc. Un plato tan típico como el cocido madrileño (garbanzos, carnes y verduras) convive con delicias como callos a la madrileña y sopas de ajo, que permiten saborear la más pura tradición castellana. No acaba aquí la oferta, y hay que sumar al menú la ternera de la sierra de Guadarrama o el cordero y el cochinillo al horno. ¿Y el postre? Las famosas biztocelas, el dulce preferido del rey Felipe, con origen en el siglo XVIII, que consisten en bizcochos rellenos de yema y bañados en chocolate.

El turista podrá disfrutar estas delicias, por ejemplo, en el restaurante Montia, que cuenta con una estrella Michelin, o en otros restaurantes de excelente calidad, como Charolés, Vesta, Cava Alta, Valhalla Experience, La Rueda o La Herrería.