Te contamos por qué Salus, en Zamora, es mucho más que una exposición

Los tesoros no tienen por qué estar escondidos los lugares más recónditos del mundo. A veces, están mucho más cerca de lo que creemos, y en lugares más corrientes de los acostumbrados en el imaginario colectivo que fantasea con botines deliberadamente ocultos y jamás encontrados en rincones inhóspitos.

Emilio Fraile
Emilio Fraile / EMILIO FRAILE

Los hay que también están en pueblecitos de apenas 84 vecinos —y mucho menos en invierno—, como Pobladura de Aliste, un municipio de Zamora enclavado en un pequeño valle de la maravillosa Sierra de la Culebra. Allí, entre rebaños de ovejas, castros, cañadas y molinos de agua, se conserva una cruz parroquial de plata que data de 1570, una magnífica obra de Antonio Rodríguez que ilustra el cartel de ‘Salus’, la exposición que saca a la luz la enorme riqueza del mundo rural.

Medio año de escaparate

La muestra, considerada como las pequeñas Edades del Hombre de Zamora en versión rural, exhibe 170 obras de arte sacro del arciprestazgo de Aliste y Alba en el santuario de la Virgen de la Salud de Alcañices hasta el próximo 31 de octubre. Durante seis meses, los visitantes podrán conocer el extraordinario patrimonio reunido ahora en una muestra pionera fruto de la gratificante coordinación de instituciones públicas y entidades privadas, como destaca el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco José Requejo.

La exposición está patrocinada por la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial de Zamora, el Ayuntamiento de Alcañices, la Fundación Caja Rural de Zamora, la Fundación La Caixa, la Fundación Terzo Pilastra Internazionale y la Fundación Larramendi, con la colaboración de la propia Fundación ‘Las Edades del Hombre’ y el esfuerzo mayúsculo de numerosos negocios locales.

172 obras de arte sacro

Documentos archivísticos y libros antiguos, patenas, cálices, custodias, portaviáticos, crismeras, vinajeras, conchas bautismales y cruces procesionales de plata, estelas hispanorromanas, piezas medievales, esculturas, pinturas, cruces de metalistería e incensarios hispanos, campanillas de Flandes, platos limosneros alemanes, ornamentos con extraordinarios bordados, paños que fueron tejidos y bordados con lino teñido por mujeres zamoranas, vestimentas tradicionales, adornos populares y un largo etcétera conforman las 172 obras de arte de entre los siglos III y XXI que se pueden admirar a lo largo del recorrido de la muestra, articulada en seis capítulos, comisariada magistralmente por José Ángel Rivera de las Heras y capitaneada por el arcipreste Fernando Lorenzo. Todas las piezas proceden del Archivo Histórico Diocesano de Zamora, del Obispado, de las 84 parroquias del arciprestazgo de Aliste-Alba y de particulares, además de otras portuguesas provenientes de Bragança-Miranda que dotan a la exposición de ese cariz hispanoluso al encontrarse ubicada en La Raya fronteriza entre España y Portugal, ‘zona cero’ de la despoblación’.

Como recuerda Jesús María Lorenzo, alcalde de Alcañices, la comarca alistana es un territorio de grandes recursos naturales, arquitectónicos y etnológicos, “rica en identidad” que, sin embargo, constituye el “paradigma de la España Vaciada”. De ahí que esta iniciativa pretenda convertirse en un revulsivo para el terruño.

Mucho más que una exposición

Salus busca revitalizar la zona dando a conocer su riqueza: desde la jugosa ternera de Aliste de Denominación de Origen, hasta los deliciosos dulces “borrachos”, los importantes vestigios de asentamientos pretéritos, los ejemplos arquitectónicos populares, los retablos pictóricos, la artesanía o el patrimonio textil del bordado carbajalino. Otros tesoros de una tierra rayana tan humilde que apela a ‘Salus’, latinismo que significa salud y salvación, para su futuro.

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