La ruta de senderismo que te lleva a dos joyas románicas escondidas: perfecta para otoño y por uno de los paisajes más espectaculares de Cataluña
Ubicado en tierra de antiguos volcanes, esta ruta atraviesa preciosos paisajes rodeados de hayas.

Al norte de la provincia de Girona, en el límite con la frontera con Francia, la comarca de La Garrotxa comprende uno de los paisajes con más belleza y magia de todo el territorio catalán. Conocida sobretodo por el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, en el que se hallan más de cuarenta conos volcánicos (veintitrés de los cuales se encuentran en un muy buen estado de conservación), diez cráteres, y más de veinte coladas de lavas basálticas.

Dentro del parque, dentro de cuyos límites se encuentran once municipios, la Fageda d’en Jordà es otra de las joyas de la corona de esta comarca; un hayedo verdaderamente excepcional, pues crece encima de una antigua colada de lava perteneciente al volcán Croscat.
Muy cerca de la Fageda encontramos uno de los municipios que forman parte del parque, Les Preses, un pequeño pueblo de 1.900 habitantes a orillas del rio Fluvià. Es aquí donde empieza la ruta de las ermitas del Corb, que se adentra en la sierra del Corb y lleva hasta las escondidas ermitas de Sant Miquel del Corb y San Martí del Corb.
La ruta: pasito a pasito
Con un recorrido aproximado de 10 kilómetros y una duración de unas tres horas y media, se trata de un sendero de dificultad media.

Para comenzar la ruta, lo primero es encontrar la piscina municipal, de donde sale un pequeño sendero que avanza en dirección al volcán del Racó. Siguiendo el sendero se llega a la primera de las dos ermitas, la de Sant Miquel del Corb, de origen románico, se conserva en buen estado debido a unas reformas del siglo XVIII. Si bien no está permitido acceder a su interior, se puede admirar el pequeño porque de la entrada, que invita a descansar un rato bajo su cobijo.
Retomando el camino se llega hasta el mas l’Antiga, una antigua masia construida con materiales de origen volcánico, y cuyos orígenes se cree que datan del siglo XVI. Siguiendo un poco más, a no más de 900 metros de la primera ermita, el sendero lleva hasta la ermita de San Martí del Corb, situada en una pequeña explanada rodeada de árboles. También de estilo románico, se desconoce la fecha de su construcción, pero, al igual que su compañera, cuenta con un agradable porche, así como una fuente.

El sendero asciende su curso hasta cerca de la cima de Roca Lladre -aunque no llega a ella-, y se desvía, siguiendo la carena de la montaña, hasta llegar al área recreativa de Xenacs, con equipamientos y servicios para los visitantes, como una zona de picnic, barbacoas, un bar y un restaurante, y un bosque interactivo donde descubrir los animales autóctonos de la zona. Junto al área recreativa se halla el mirador de Xenacs, que ofrece una panorámica espectacular del territorio.
Desde aquí, a través del camino de las Barríncoles, el sendero va bajando en zigzag hasta llegar de nuevo al municipio de Les Preses.

Como es de esperar, otoño es la época perfecta para hacer esta ruta, pues las temperaturas son más agradables que en otras épocas del año, y los tonos rojizos, verdes y ocres de las hojas de los árboles convierten este bonito entorno en un lugar todavía más especial y único.
Disfrutando en Les Preses
Hay otras maneras de descubrir el entorno de Les Preses. La empresa Zona BTT Bikestation es una empresa que se dedica al alquiler de bicicletas, rutas BTT y enduro, rutas de senderismo por la zona, e incluso cursos de iniciación a la escalada.
Para poder disfrutar con toda la familia, y sobretodo si se es amante de los animales, la empresa Rucs i Someres se dedica a hacer paseos turísticos culturales en burros de raza catalana por el parque de Pedra Tosca de les Preses

Para poder disfrutar de una buena gastronomía, en el pueblo hay varios establecimientos. El restaurante Quinze Ous, con dos cocineros formados en el Basque Culinary Center al mando de los fogones, ofrece tanto platos tradicionales hasta cocina de autor, elaborada a partir de productos de temporada y de proximidad.
En la parte inferior del hostal Vertisol se encuentra el restaurante del mismo nombre, que ofrece cocina casera elaborada con productos de la tierra. Además, en la zona del bar tiene una amplia oferta de bocadillos.

Por otro lado, el bar el Caliu de Les Preses, especializado en brasa y cocina tradicional catalana, es perfecto para disfrutar de un buen “esmorzar de forquilla”, que hace referencia a un desayuno contundente elaborado a base de recetas tradicionales.
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