La ruta de senderismo más espectacular de Navarra: pasa junto a dólmenes megalíticos y preciosos pueblos y es perfecta para otoño
Esta extensa ruta puede recorrerse a pie, en coche o en bicicleta, y es una maravilla para dar las primeras pinceladas del otoño.

Cuando se habla de Navarra, hay una estación específica que se viene a la cabeza: el otoño. Ese momento en el que todo se tiñe de colores anaranjados y ocres es uno de los mejores para hacer senderismopor esta región. Al misterio y las leyendas que recorren estos lares, se une la nostalgia del otoño. Entre mitología y realidad se abre paso la famosa Selva de Irati.
Alberga lugares impresionantes donde se extienden senderos para todos los gustos y edades. Una de las más recomendables para hacer en otoño es la que discurre por el valle de Aezkoa y lo recorre de sur a norte en un total de 20 kilómetros. Puede hacerse por tramos, en coche o en bicicleta. Sea como fuere, merece la pena, y mucho, conocer esta zona de Navarra.
La ruta de senderismo más bonita para hacer en Navarra
Comienza en la pequeña localidad de Aribe. Allí hay que cruzar un puente colgante primero que ya nos introduce en el ambiente fantasioso del lugar, y uno medieval después, más sólido que el anterior. A continuación se pasa junto a la Reserva Natural de Tristuibartea, también llamada Ariztibarrena y ubicada en la cara norte del monte Pettuberro, limitando al oeste con el río Irati.

Nos topamos con otro puente colgante, el de Beotegi, y nos adentramos en Orbara, un pueblo de 59 habitantes que recibe al viajero con el hórreo de Casa Jabat, un puente medieval y una iglesia románica del siglo XIII dedicada a San Román. Luego aparece el pueblo de Orbaiceta, considerado la antesala de la Selva de Irati. De ahí el camino parte hacia las ruinas de la Fábrica de Armas.

Por el camino se puede subir hasta el castillo de Arlekia. Tan solo quedan los vestigios de lo que un día fue, pero la panorámica desde allí arriba siguen siendo espectaculares. Continuamos y nos adentramos en el bosque que está pegado a la Reserva Natural de Mendilatz, donde hay otra ruta de dificultad media-alta que inicia en el refugio de Azpegi y cuenta con unas vistas increíbles.

Al abandonar este bosque, se sale al paso de la Virgen de Etzangio en la estación megalítica de Azpegi. Desde allí se puede ascender hasta el dolmen de Soroluze o continuar monte arriba hacia la torre de Urkulu, que data del año 28 a.C. y conmemora la victoria de los romanos sobre los tarbelos. Desciende de nuevo hasta llegar al conjunto de crómlech de Azpegui.
Los seres mitológicos que habitan la zona
En Iropile se encuentra otro crómlech, el de Organbide, que es más reciente pero cuenta con una estética un tanto misteriosa. Seguimos por la comuna de Ezterenzubi en la Baja Navarra y alcanzamos el sendero sobre el río Errobi que finaliza en la cueva de Harpea. Aquí se dice que habitan las lamiak desde el inicio de los tiempos, unas sirenas de cabellos dorados y enigmático atractivo.

En sus más 17.000 hectáreas hay espacio para que se escondan criaturas mitológicas como el Basajaun y la Basandere, Señor y Señora de los bosques, que viven en seis cuevas, destacando la del monte Orhi, con una chimenea que echa humo en la noche de San Juan. Pero no son las únicas. Comparten hábitat con otras como Unaia, Zazpi buruko suguea, Gaueko o los Mamuak.

Esta es una ruta larga, pero que puede hacerse perfectamente en un día si se utiliza el coche. Una opción es desplazarse en coche por algunas zonas y hacer otros tramos a pie o también en bicicleta. El otoño es la temporada ideal para explorar Navarra y, sobre todo, la Selva de Irati y lugares tan mágicos y desconocidos como el precioso valle de Aezkoa.
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