
Este proyecto conecta más de 150 pueblos con alma en toda España: rutas, alojamientos con alma y experiencias para vivir el rural
Una red que reivindica la esencia rural y celebra la autenticidad de los pueblos vivos. Aquí, cada visita se convierte en una experiencia que emociona y deja huella.
A veces, la magia está en lo sencillo: en una panadería que huele a pan recién hecho, en un vecino que te invita a probar su vino o en una plaza donde la vida transcurre al ritmo lento de las campanas.

Así nació, en 2016, Pueblos Mágicos de España, una red que redibuja el mapa emocional del país y demuestra que el alma del territorio se encuentra en sus pueblos.
Lo que hace mágico a un pueblo
El proyecto ha tejido una comunidad que trasciende los límites geográficos. Desde Taramundi hasta Zahara de los Atunes, más de 150 localidades forman parte de este movimiento que celebra la autenticidad, la sostenibilidad y la vida rural.
Aquí no hay decorado turístico ni competencia: solo cooperación y verdad. Cada pueblo se evalúa por su patrimonio, paisajes, gastronomía y compromiso con su gente. Pero lo que realmente cuenta es lo que no se mide: la emoción de quien llega y se siente en casa.

Un sello que inspira cooperación
Más que una distinción, Pueblos Mágicos es un movimiento que pone a las personas en el centro. Las instituciones cuidan el patrimonio y promueven los productos locales; los habitantes mantienen vivas las tradiciones; y los viajeros se convierten en embajadores de lo rural.
El resultado es un turismo circular y sostenible, que deja huella en el visitante y en el territorio.
Rutas y pasaportes para viajar con propósito
Cada pueblo cuenta con web propia en pueblosmagicos.es y presencia en la app oficial, donde los viajeros pueden sellar su Pasaporte Mágico al visitar las localidades adheridas.

En 2024 se lanzaron las 18 Rutas Mágicas de España, itinerarios temáticos del vino, la dehesa, las Alpujarras o la Celtiberia, que invitan a conocer el país de forma más consciente, fomentando la pernoctación y el consumo local.
Establecimientos con alma
Desde 2025, la red distingue también a los Establecimientos Mágicos, alojamientos, restaurantes y tiendas que conservan la identidad del territorio. Un hotel rural, una taberna donde aún se sirve la tapa de siempre o una tienda que vende queso y aceite artesanos son parte esencial de esta red que impulsa el orgullo y el empleo local.

Viajar para sentir
En estos pueblos no se viaja para tachar una lista, sino para dejarse tocar por la emoción de lo sencillo: un potaje en la plaza, un atardecer sobre un castillo o una conversación al calor del fuego.
Pueblos Mágicos de España es, en definitiva, una red viva que cuida el alma del territorio y demuestra que otra forma de viajar más humana, más consciente y más emocionante es posible.