El pueblo de Zamora con la arquitectura medieval más bonita de España: tiene el lago glaciar más grande de Europa, un castillo revolucionario y es perfecto para visitar en otoño

Historia y naturaleza se unen en este precioso pueblo zamorano que el otoño cubre con un manto encantador.

Es uno de los pueblos más bonitos de España, con un entorno natural privilegiado
Es uno de los pueblos más bonitos de España, con un entorno natural privilegiado / Istock / Uvamen

El encanto de los pueblos medievales es prácticamente irrepetible. Por mucho que se intente con construcciones modernas que tratan de imitar esta época, lo cierto es que la esencia es imposible de replicar. Tan solo hay unos cuantos lugares en España que aún conservan intacto esa aura que los hace tan especiales y uno de ellos está en lo más profundo de Castilla y León. Concretamente, en la provincia de Zamora.

Al ser menos conocida que otras como Salamanca o Segovia, con quienes comparte comunidad autónoma, esta zona del mapa siempre tiene cientos de secretos por descubrir. Sin embargo, uno de los pueblos más bonitos del país está precisamente aquí, en Zamora, y se trata de Puebla de Sanabria. Además de conservar murallas y fortificaciones medievales, es un entorno tan rico como impresionante, con el lago glaciar más grande de Europa.

El hielo en estas tierras goza de una gran importancia y se puede contemplar a través del Lago de Sanabria, ubicado a tan solo 20 minutos en coche del pueblo. En dialecto sanabrés se conoce como 'El Llagu', ocupa en torno a 350 hectáreas y se formó hace 12.000 años. Este patrimonio natural ha pertenecido durante siglos a los monjes cistercienses del monasterio de San Martín de Castañeda, pero hoy ya lo gestiona el ayuntamiento.

El precioso Lago de Sanabria en la localidad zamorana de Puebla de Sanabria

El precioso Lago de Sanabria en la localidad zamorana de Puebla de Sanabria

/ Istock / Jose Luis Alvarez Esteban

Un castillo innovador en un entorno mágico

La historia medieval es, junto al hielo, lo que más ha marcado a Puebla de Sanabria. Se fundó en el siglo VI, aunque empezó a ganar importancia en el XII, gracias a su estratégica ubicación en la frontera con Portugal. Actualmente, cuenta con apenas 1.400 habitantes que viven en sendos márgenes del río Tera, en casas de fachadas de piedra, tejados de pizarra, balcones de madera decorados con flores y blasones de las antiguas familias señoriales.

Puebla de Sanabria en Zamora

Puebla de Sanabria en Zamora

/ Istock / MarioGuti

Una de sus edificaciones más famosas es el Castillo de Benavente, de una ingeniería bélica un tanto revolucionaria para la Baja Edad Media: con planta cuadrada y cubos circulares en los ángulos. Durante la época del franquismo funcionó como cárcel y, más tarde, como oficina de Turismo, Casa de la Cultura y Centro de Fortificaciones, y ahora alberga la exposición permanente 'Mujeres hacedoras de reyes', con vestimenta típica del Renacimiento.

Castillo de Benavente en Puebla de Sanabria

Castillo de Benavente en Puebla de Sanabria

/ Istock / Lux Blue

La torre del homenaje se conoce como El Macho y es uno de los mejores puntos para observar una panorámica completa de Puebla de Sanabria y los valles que lo rodean, gobernados por las sierras de la Culebra y del Atalaya. De la misma época es también la muralla, aunque ampliada en el siglo XVII. Así como la iglesia de Santa María del Azogue, erigida en el siglo XII y con una mezcla de estilos propia de las reformas posteriores hasta el XVIII.

Plaza mayor y ayuntamiento de Puebla de Sanabria en Zamora

Plaza mayor y ayuntamiento de Puebla de Sanabria en Zamora

/ Istock / David Andres Gutierrez

Todo el casco antiguo está declarado Conjunto Histórico-Artístico. Aunque cualquier momento es bueno para visitarlo, ya que su encanto no entiende de calendarios, el otoño es una de las mejores épocas para hacerlo. La niebla roza el suelo y envuelve todo el entorno en un aire misterioso del que pocas zonas pueden presumir. Además, es tiempo de castañas, habones de Sanabria, truchas del lago, que pueden degustarse en los mesones tradicionales del centro.

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